lunes, 19 de diciembre de 2011

Reflexión semanal del 19 de Diciembre al 8 de Enero

FALSOS PROFETAS
(Mateo 7:15-20)
Objetivo: Detectar a los falsos profetas, para huir de ellos.
VV. 13-29
1.- Estamos en el final del “Sermón del Monte” y descubríamos en estos vv. 13-29 un principio y el desarrollo de este principio. ¿Dónde viene el principio? y ¿dónde el desarrollo?
  1. El principio es que hay que entrar por una puerta que es estrecha y seguir por un camino que es angosto.
  2. El desarrollo consiste en:
  • Percatarse de que por este camino angosto pueden aparecer lobos, y que los podemos desenmascarar poniéndolos a prueba al ver sus frutos. Esto es lo que veremos hoy.
  • Ver, también, que por este camino angosto podemos encontrar gente (que podríamos ser nosotros mismos) que habla pero no hace, o gente que hace sin fe (o sea obras en la carne, no frutos del E.). ¡Señor, Señor!!
  • Y que los caminos tienen un final para cada uno de los dos grupos (el fundado en la arena y el fundado en la roca).
VV. 15-20
2.- En el v. 15 Jesús nos advierte de tres cosas. ¿Cuáles son?
  • Que existen (y es que somos muy olvidadizos y Jesús nos tiene que recordar siempre muchas cosas).
  • Que son falsos (por lo tanto, hay una verdad muy importante que no enseñan. Es una verdad que afecta a la salvación, no es una verdad cosmética ni accesoria... es fundamental).
  • Que te cuides de ellos (precisamente porque te pueden llevar al abismo).
3.- En los vv. 16-20, Jesús nos anima a algo. ¿Qué es y cómo podremos hacerlo?
Nos anima a descubrirles, enseñándonos que a través de sus frutos podremos desenmascararles.
4.- ¿Cuál es la diferencia entre los “falsos profetas” y los “perros y los cerdos”?
Son más peligrosos que los perros y cerdos. Estos, debido a su comportamiento agresivo y a su vida desordenada son muy fáciles de distinguir. El peligro de los lobos es que vienen vestidos de ovejas. No son agresivos... mientras no se les descubre. Es muy significativo que el interior es lo que cuenta y no el exterior. El interior es un lobo, alguien que su naturaleza no ha experimentado ningún cambio, sigue siendo una persona no regenerada. Por fuera da la apariencia de piedad, pero por dentro su naturaleza es depredadora.
ADVERTENCIA DE QUE EXISTEN
V. 15
5.- El Señor nos advierte de que existen ¿Por qué lo hace? y ¿por qué lo hace justo después de hablarnos del la puerta estrecha y del camino angosto?
Porque son muy peligrosos.
Seguramente esto es porque estos falsos profetas nunca te hablarán de estas dos puertas ni de sus finales.
6.- ¿Dónde está su peligro?
El verdadero peligro de estos falsos profetas proviene de su sutileza. Ellos nunca te hablarán de la puerta estrecha ni del camino angosto en sus predicaciones ni en sus enseñanzas.
Nunca “ofenden” al hombre natural, ni al “cristiano” nominal. Es alguien que agrada a todos. Visten de ovejas para ser agradables a la vista porque una oveja no molesta a nadie (a diferencia del lobo).
7.- ¿Cómo es su mensaje?
  • Su mensaje es muy bonito, muy navideño.
  • Su mensaje “narcotiza” las conciencias, no como el mensaje del Señor que las despierta o como el de Pablo que nos recuerda: “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados? (2ª Cor.13:5).
8.- Siempre hubo falsos profetas. En el AT los vemos. ¿Qué hacían con los verdaderos?
Cuando aparecía un verdadero profeta, los falsos le perseguían hasta hacerle callar. Le despreciaban, le acusaban, le insultaban y le resistían hasta la muerte. Pero Dios (aunque lo permitía) siempre estaba con ellos.
9.- En Jeremías 8:11 vemos cómo enseñan estos falsos profetas ¿qué ves ahí? Lee también Mateo 10:34.
Les desean: ¡Paz, paz!, cuando en realidad no hay paz”. O sea eran engañadores. No denunciaban l vida equivocada del pueblo, simplemente curaban por encima la herida y no advertían al pueblo del error de sus corazones.
Mateo 10:34: “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada”.
Y es que paz depende de una espada, la espada que divide dos opciones. La espada es una división entre 2 cosas ¡qué casualidad!! otra vez 2 cosas: entre la puerta ancha y la estrecha.
10.- Los falsos profetas tienen siempre la culpa de mi situación espiritual, ¿o no? Lee Jeremías 5:31.
No.
“Los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?” (Jeremías 5:31).
“Y mi pueblo así lo quiso”. Así que nosotros tenemos algo que decir sobre estos falsos profetas para no llegar a esa situación. No debemos querer un falso profeta en nuestra iglesia, que nos diga que todo está bien cuando no lo está. Que nunca nos perturbe, que nunca nos haga sentir incómodos nosotros mismos.
11.- ¿Por qué un falso profeta no habla de la cruz, ni del pecado, ni de la ira de Dios, ni de Su justicia y sólo habla del amor?
Evidentemente porque no cree en ello. Es tan grave el asunto de la condición del hombre, que alguien que cree en esto no puede dejar de decirlo, sobre todo si tiene un llamamiento de Dios para ello. Así que la conclusión que uno saca es que nunca han sido llamados... se han metido.
ADVERTENCIA DE CÓMO DESENMASCARARLOS
VV. 16-18
12.- Además de por su doctrina como hemos visto hasta ahora, ¿cómo?
El Señor nos enseña cómo desenmascarar a estos falsos profetas. ¿Cómo? pues nos dice que a demás de que su doctrina excluye tanto la puerta estrecha como el camino angosto… tienen: FRUTOS MALOS.
No se refiere a los árboles que no dan fruto, esos son los árboles podridos, los árboles muertos, los no convertidos y aquí está hablando a sus discípulos, aquí está hablando a Su Iglesia y sobre Su Iglesia.
Como decimos, los árboles muertos no dan fruto y por eso es fácil detectarlos, lo mismo que es fácil detectar a los perros y los cerdos. La dificultad de los falsos profetas es que su apariencia es de árbol sano, pero no lo es, por eso su fruto es malo. El fruto sabe mal, aunque la apariencia del mismo es saludable (psicología, humanismo cristiano). Está hablando a Su Iglesia de la gente que anda por Su Iglesia, pero que no son Su Iglesia.
13.- ¿Por qué son tan peligrosos?
Esa forma de vivir que se parecen mucho al verdadero cristianismo, es la más peligrosa de todas. Los mayores enemigos de la fe cristiana genuina no son los que se hallan en el mundo, riéndose de ti; son más bien los que viven un cristianismo falso. El cristianismo falso y fingido siempre ha sido el mayor obstáculo y el mayor enemigo de los cristianos de verdad. Se ve en la historia de la Iglesia desde sus mismos comienzos.
El problema de la Iglesia no está fuera, nunca lo estuvo, está dentro. Eso es lo que nos está diciendo el Señor en los vv.
ADVERTENCIA DE CUÁL ES SU FINAL
VV. 19-20
14.- ¿Cuál es su final?
Por mucho que nos engañen los falsos profetas, Dios es el juez y Dios nunca se deja engañar. Así que... "Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego".

domingo, 18 de diciembre de 2011

lunes, 12 de diciembre de 2011

Reflexión semanal del 12 al 18 de Diciembre

DOS PUERTAS, DOS CAMINOS
(Mateo 7:13-14)
Objetivo: Una vez llegados a este punto, ¿nos atrevemos a entrar de verdad y a seguir?
1.- Cuando el Señor nos ha planteado durante todo el SM que tenemos dos opciones, (dos clases de justicia, dos tesoros, dos señores) significa que es radical. ¿Por qué a la gente le/nos molesta tanto esto? ¿Cómo es Él y cómo nosotros?
A todos, a mí el 1º me hubiera gustado que Jesús me hubiese dado más posibilidades, pero como dijimos el domingo pasado, Dios es un Dios de absolutos, no de relativos (no hay grises). Él es absolutamente bueno, Él es absolutamente santo, Él es absolutamente justo. No relativamente bueno, relativamente santo, relativamente justo. Esto nos destroza porque todos preferiríamos que Jesús nos hubiese dado más opciones.
Incluso hubiésemos preferido que no nos hubiese obligado a tomar ninguna decisión.
Pero no es así y eso es porque Dios no tolera el pecado relativamente. No lo tolera en absoluto. El pecado no tiene nada que ver con su naturaleza. Por eso la elección que nos plantea es radical.
Él es absolutamente santo y nosotros no, por eso no nos gusta su radicalidad.
VV. 13-14
2.- Al leer estos vv. 13 y 14 ¿seguimos viendo un mensaje radical? ¿Por qué?
La orden es: Entrad por la puerta estrecha (esto es imperativo). Nos da dos posibilidades, pero una sola elección. Y es una elección porque no puedes entrar por una y por la otra, como a todos nos gustaría (incluso hay algo que nos gustaría mucho más: no entrar por ninguna).
Es un Dios tan absoluto que te dice que, incluso cuando no eliges, ya has elegido. Así de radical es Cristo, así de radical es el Evangelio.
3.- Dime (por lo menos) dos pasajes de este SM, en los que podamos apoyar que los vv. 13 y 14 están dichos a la gente de la iglesia y no a la gente del mundo. ¿Por qué?
Mt. 5:1-2 y 7:21-22.
Nadie del mundo le llama “Señor, Señor” a Jesús. NO. El mundo no le llama Señor a Cristo, ni profetiza en el nombre de Cristo, ni hace milagros en Su nombre. Esto ocurre en Su iglesia, aunque muchos de ellos no sean de Su iglesia.
4.- Si has podido responder a la pregunta 3, dime: ¿Cuál crees que es el motivo por el cuál Jesús se dirige a nosotros en estos términos tan duros?
Para advertirnos de que podemos estar transitando por el camino ancho sin que nos demos cuenta.
5.- ¿Cómo vincula Jesús la puerta y el camino que llevan a la vida? ¿Por qué lo hace?
Algo que sorprende en el evangelismo actual es que sólo se habla de la puerta y no se habla del camino. La pregunta que se hace es: ¿has recibido a Cristo? sí, pero... ¿estás caminando por el camino angosto o por el espacioso? Esta segunda cuestión ni se plantea en la mayoría de las ocasiones a los cristianos. Sin embargo Jesús no separa una de la otra: porque estrecha es la puerta, y (conjunción copulativa) angosto el camino.
No se ve ningún tipo de separación, pero nosotros la hacemos. Pues muy mal, porque resulta que Jesús nos plantea el tema de la salvación así: juntas la puerta y el camino. Y además por una razón muy práctica, y es la siguiente: Sólo sabrás si has pasado por la puerta estrecha si es que estás transitando por el camino angosto, sino... olvídate. No pasaste, no te engañes.
La mayoría de nosotros pensamos que somos salvos porque tomamos una decisión por Cristo y eso es, en cierta manera cierto. Es por fe y en ese momento fuimos justificados por la sangre de Cristo. Pero la certeza de mi salvación no está ahí.
Dios sabe si yo fui sincero en mi decisión, pero yo no. Porque el corazón es engañoso como nos dice Jeremías. "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9). 
Entonces Jesús da una solución a mi incertidumbre sobre mi salvación. Es esta: la evidencia de que pasaste por la puerta estrecha, es que estás caminando por el camino angosto.
6.- ¿Son estos vv. 13 y 14 una invitación a entrar en el reino de los cielos?
Si está dicho a sus discípulos.... “Entrad” no será una invitación, será una orden. Somos sus siervos, sus esclavos por amor.
Por lo tanto, y con todo mi respeto hacia otros comentaristas bíblicos, yo no veo aquí una invitación. Jesús comienza con una orden: Entrad por la puerta estrecha. Yo no veo aquí ninguna invitación. Jesús es el Señor y un Señor no invita, un Señor ordena. Recuerda que le está hablando a sus discípulos. Jesús no está haciendo aquí de portero que invita a entrar, Jesús está siendo aquí tu Señor.
Estamos en una guerra, una guerra espiritual. Y nuestro Comandante en Jefe es Cristo. ¿Te imaginas en una guerra, al Comandante en jefe de cualquier ejército invitando a sus soldados a entrar en combate? ¡Ridículo!! ¿verdad?
Volvemos a ver el carácter absoluto de Dios (y Jesús es Dios), no sólo te da una opción de dos; sino que te ordena una de las dos. Es una orden. Y si no obedeces... desobedeces y punto. No hay más.
Está hablando a sus discípulos, y el cristiano que piensa que Jesús es simplemente un complemento de su vida, no ha entendido la naturaleza de la vida, la situación en la que se encuentra. Y la situación en la que estamos es de guerra contra el pecado. No hay lugar para las invitaciones, sólo hay lugar para obedecer las órdenes, porque de lo contrario será el caos.
Y creo que todos nosotros hemos descubierto que cuando hemos desobedecido al Señor, nuestra vida ha sido un caos.
7.- ¿Te molestan las palabras de Jesús: Entrad por la puerta estrecha?
Él nos está diciendo (con otras palabras) que: “si verdaderamente sois mis discípulos, entonces debéis obedeced”. No hay otra. Y eso a un verdadero discípulo no le molesta. Esto sólo les molesta a los que no lo son. Así que si ves en esta orden una molestia en vez de un gozo, entonces tú no estás en esta guerra, tú no eres (hoy por hoy) su discípulo.
8.- Primero viene la puerta, luego el camino ¿por qué?
Es lógico que 1º venga la conversión (justificación) y luego la progresión en la vida cristiana (la santificación).
9.- Dos puertas, dos caminos ¿significa esto que la verdad que nos plantea Jesús es absoluta o relativa?
Ante estas puertas sólo hay una decisión que tomar, una y nada más. Y la decisión que tomes hará que automáticamente la otra quede descartada. Y esto es lo que no le gusta escuchar a la gente, ya que estamos en un mundo relativista. No hay una verdad absoluta, dicen, sólo verdades relativas... si a ti te va bien...
Esto se ha introducido en la iglesia de manera que hay cristianos que dicen que mientras estés bien, todo está bien que eso es lo importante.
Pero Jesús no habla de cómo nos sintamos sino de si seguimos la verdad que es Él. Y es que no se trata de sentir, se trata de saber que estamos obedeciendo a la verdad que es Cristo.
Entrad (dice Jesús) y esto no se hace por sentimiento, se hace por obediencia a la verdad. Poca gente en el mundo “siente” que hace las cosas mal, sin embargo eso no significa que no estén equivocados. Así que el sentimiento no es ninguna garantía de que estás en la verdad.
10.- La puerta ancha NO implica:
No implica esfuerzo, no hay nada que pensar o decidir. De hecho es tan ancha la puerta y tan abierto el camino que estamos en él, antes de darnos cuenta que hay que decidir. Por lo tanto la puerta ancha no requiere decisión para entrar. Todos estamos ante esa puerta simplemente por estar viviendo en este mundo. Estar ahí no requiere ni energía, ni búsqueda, ni compromiso, ni esfuerzo para encontrar nada.
11.- La puerta estrecha SÍ implica:
Jesús nos manda a sus discípulos que entremos por la puerta estrecha, porque esta puerta necesita de una decisión, la decisión de obedecer. Jesús NO dice que por la ancha se pueda entrar (porque todos ya hemos entrado por ella) lo que dice es que por la estrecha SÍ hay que entrar.
12.- ¿Cómo se entra y cómo es alguien que pasa por una puerta estrecha?
Pues es alguien que se tiene que humillar (negándose a sí mismo), es alguien que se tiene que inclinar (agachándose… volviéndose como un niño). Ya explicamos lo que significaba el ser como un niño. No se trataba de inocencia (no hay nadie inocente) se trataba de dependencia, depender de mi Padre celestial para todo, como mis hijos dependen de mí para todo.
Se entra despojándose de todo lo que sobra (el viejo hombre), y soltar las mochilas que llevamos de años y que nos estorban para poder entrar. Son bultos que estorban para entrar y que pesan para el camino. Es curioso: Hay que soltarlos en la puerta, antes de entrar, sino no entras. Así que si hoy llevas bultos que te impiden caminar: échalos lejos, porque a veces por el camino volvemos a cargar con lo que en su día desechamos.
13.- ¿Cómo se transita por el camino ancho?
Por el camino ancho es fácil transitar. No es necesario pensar, no es necesario reflexionar, no es necesario cuestionarse nada. Como es ancho, andes por donde andes irás cómodo. Hay tanto sitio para caminar por ese sendero amplio, que es difícil salirse del camino, por mucho que te desvíes siempre estás en él. Hay pocas señales de prohibición, pocas restricciones, pocas órdenes. Puedes detenerte en alguna atracción o seguir caminando hacia otra distracción. Hay mucho entretenimiento, y lo hay para todos los gustos. Hay cosas muy atractivas por todos los lugares.
14.- ¿Cómo se transita por el camino angosto?
Este camino es estrecho y difícil. Requiere compromiso, determinación, disciplina, control y negarse a uno mismo (porque a veces tendrás la tentación de volverte al camino ancho, y es que hay muchos desiertos alrededor de ese camino que te harán desistir. Es tan estrecho que no hay sitio para desviarse a izda. o dcha. Es muy difícil avanzar. Y se necesita estar muy atento para no salirse.
15.- ¿Por qué la gente te animará a ir por el camino ancho?
Para que no pienses, que no te plantees nada y así puedas seguir perdido. Por eso cada día se te ofrecerán más diversiones y más entretenimientos cuyo fin consiste en que ni te plantees la existencia de Dios y el desastre de tu propia vida, y así, además, tienen la excusa de justificarse en sus propias iniquidades. Así nadie molesta a nadie.
16.- Los viajeros son pocos. ¿Porqué y a quién se refiere el Señor?
7:14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
¿Por qué le dice a sus discípulos que son pocos que la hallan? Sencillamente porque hay pocos que la busquen. Es una puerta que hay que buscar deliberadamente y esto no lo hacen las multitudes, esto lo hacen sus discípulos.
En otras palabras uno de los peligros mayores con que nos enfrentamos es el de escuchar la Escritura, leerla, asentir con la cabeza, pero nunca hacer nada para cumplirla, para obedecerla. O sea no buscamos la puerta estrecha. Los de afuera ni siquiera la están buscando, así que no se puede referir a ellos.
Sólo los discípulos son los que 1º piden y luego buscan y al llamar hallan.
Así que la conclusión es dramática: los cristianos que son, son muchos menos de los que hay. En otras palabras: los que son iglesia son pocos comparados con los que van a la iglesia.
17.- ¿En qué se parecen y en qué se diferencian los dos destinos?
Los dos son eternos.
Uno lleva a la vida, el otro a la separación eterna de Dios (muerte).

domingo, 11 de diciembre de 2011

lunes, 5 de diciembre de 2011

Reflexión semanal del 5 al 11 de Diciembre

PEDID, BUSCAD, LLAMAD
(Mateo 7:7-12)
Objetivo: Reflexionar sobre qué debemos pedir, a quién debemos buscar, dónde debemos llamar, para conseguir la abundancia del Evangelio en nuestras vidas.
1.- Después de haber visto casi todo el Sermón del Monte, dime en tres puntos, la progresión que encuentras en el discurso de Jesús desde 5:3 hasta aquí.
  • Primero te dice cuál es el carácter de un hijo (Bienaventuranzas).
  • Después te menciona las perlas (que son sólo para los hijos).
  • Para al final decirte que si le pides las perlas, te las dará... si eres hijo... si tienes ese carácter de hijo.
VV. 7-8
2.- Dime las 3 palabras clave de este v. 7
Pedid, buscad, llamad.
3.- Antes de poder pedir, tenemos que tener un carácter determinado para que nuestra oración sea atendida ¿De qué se trata? Lee Gn. 3:5 y Mt. 18:3-4
Todo se estropeó en Gn. 3 cuando nos creímos la mentira de que seríamos como Dios y decidimos ser independientes de Él. Por eso (todo lo que se estropeó allí) se arreglará cuando volvamos a depender de quien nunca tuvimos que dejar de hacerlo.
Hay mucha gente que cree que la principal característica de un niño es su inocencia. Pero eso no es así, ya que todos somos culpables. “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno” (Rm. 3:10). Y si no se trata de inocencia, ¿de qué se trata?  La solución viene en el v. s. pero la gente no lo lee. Mateo 18:4 “Así que, cualquiera que... se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos”.
O sea que se trata de humillarse delante de Él. Y... ¿qué es humillarse? Humillarse implica el reconocimiento de mi necesidad. Eso es ser como niños. Se trata de depender de Él, lo mismo que mis niños dependen de mí (hoy por hoy) para todo.
Por eso el reino de los cielos es de los niños, porque como ellos dependen de sus padres para todo, así yo debo de depender de mi Padre Celestial para todo.
No se trata de inocencia, se trata de dependencia.
4.- ¿Qué significa que Dios es un Dios de absolutos?
Dios es un Dios de absolutos, no de relativos. Él es absolutamente bueno, Él es absolutamente santo, Él es absolutamente justo. No relativamente bueno, relativamente santo, relativamente justo. Y esto es lo que a las personas nos destroza (incluyéndonos a los cristianos). Porque esto significa que en nuestra relación con Él, no nos va a valer ser un poquito obedientes, un poquito fieles, un poquito sinceros. Él es un Dios celoso que te anhela fervientemente (es un Dios de absolutos). ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? (Santiago 4:5).
Por lo tanto Él quiere que tú obedezcas absolutamente y no relativamente.
No nos confundamos. Si obedecemos un poquito, estamos desobedeciendo completamente. 
5.- Si desobedezco, ¿significa que ya no soy hijo de Dios?
Yo no diría tanto. Puedes ser un hijo desobediente y seguir siendo hijo. Eso es un tema que afecta a la salvación y yo no conozco los corazones, sólo Dios los conoce, por eso sólo Dios puede juzgar para salvar o condenar. Pero lo que sí sé es que la vida abundante, aquí y ahora, no será la misma para el hijo obediente que para el desobediente. ¡Tiene sentido!! Aunque sólo fuera por la cantidad de disciplina que vas a recibir siendo desobediente, tu vida ya no sería la misma que si fueras obediente.
Por eso nuestra 1ª petición, más ferviente ha de ser: haz en mí voluntad. Que no me salga con la mía. No permitas que haga 1/2 voluntad mía y 1/2 voluntad Tuya. Arrástrame hasta donde Tú quieras llevarme y bendíceme, dándome todo aquello que necesito para llevar a cabo ese propósito.
6.- Según el contexto de este v. ¿qué cosas deberíamos pedir? Lee Mt. 7:1-6 (que es el contexto). También lee Stgo. 1:5 y Jn. 7:24.
  • La oración como un puerto seguro donde podemos sacarnos la viga que tenemos en nuestros ojos.
  • La oración como un puerto seguro donde pedir amor y paciencia para poder sacar la astilla a nuestro hermano.
  • La oración como un puerto seguro donde obtener la sabiduría necesaria para diferenciar a perros y cerdos de los hijos de Dios.
Pedir implica ser consciente de nuestra miseria espiritual, de nuestra más absoluta necesidad de Él... Hasta para pedir bien, le necesitamos.
Pide, busca, llama está enfocado a pedir, buscar y hallar sabiduría.
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5).
“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Jn. 7:24). Esto es sabiduría ¡Qué maravilla sería siempre juzgar con un juicio justo!!! ¿verdad? Pues si queremos recibir esta preciosa perla que consiste en un justo juicio, lo que hay que hacer es: Pedir.
Ahora bien, si no soy consciente que tengo una viga en mis ojos, nunca pediré que el Señor me quite esa viga, y por lo tanto iré como un ciego intentando ayudar a un hermano al que llevaré al abismo porque estoy más ciego que él.
7.- Si leemos Lc. 18:10-13 vemos que el fariseo no pedía ¿Por qué?
Porque no sentía necesidad y se sentía superior. Él sólo le estaba contando cosas a Dios no le pedía nada. Sólo se jactaba. Y le cuenta que es muy bueno y que hace muchas cosas. Pero el Señor no le atiende (el fariseo oraba consigo mismo). Sin embargo el publicano pide: “Dios sé propicio a mí pecador”.
8.- Cuando pides, ¿qué dos cosas demuestras?
  • Que crees en Dios, y...
  • en el tipo de Dios en el que crees.
Si sólo pides cosas para satisfacerte a ti mismo (satisfacer lo que crees que son tus necesidades) en el fondo no crees en Dios, crees en Papá Noël ¡Y ya hace falta tener fe para creer en eso!!! Mucha gente cree en un dios así,  alguien que va a estar a su servicio, un dios mágico como el de la lámpara de Aladino.
9.- ¿Qué es “buscad”?
Buscar es “pedir”... pero actuando (moviéndose).
Buscar incluye el pedir, pero con algo más. Cuando alguien busca algo es que no le vale con pedirlo, por eso se mueve y actúa.
Un ejemplo: ¡Deseo conocer más de Ti Señor!! Es una buena petición ¿no? pero si me quedo ahí y ni se me ocurre abrir la Biblia para saber lo que el Señor tiene para mí cada mañana, simplemente me he quedado a un tercio del camino. He empezado bien (pidiendo) pero no he continuado (buscando).
Otro ejemplo: ¡Señor deseo tener comunión contigo!! Qué bonita petición, muy piadosa desde luego y en absoluto reprobable. Pero... y la comunión con tus hermanos, ¿la buscas? porque esa es la forma de buscar la comunión con Dios.
BUSCAD, es la demostración de que “el pedir” fue sincero y no un mero trámite para cumplir el expediente con Dios.
10.- ¿Qué significa “llamad”? 
  • Perseverar.
  • Significa querer entrar.
  • Significa querer entrar para tener comunión con alguien.
  • Llamar significa querer tener comunión con Él.
VV. 9-12
11.- ¿Cuál es el argumento de Jesús para que pidas al Padre y dónde estaría su punto débil? Lee Hb. 11:6.
El argumento (para que uses la razón): Si yo le doy pan a mi hijo (siendo malo), ¿por qué no me lo iba a dar mi Padre celestial? 
Este argumento es sólido, muy sólido. Sólo tiene un punto débil: que me lo crea. Si no me creo que tengo un Padre en el cielo, entonces ya no sirve de nada pedir.
Mi fe se convierte en un seguro de vida, en un “por si acaso”. Creo... por si acaso resulta que al final Dios existe.
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. (Hebreos 11:6).
12.- Resumiendo, para que el v. 7 se cumpla en mi vida, ¿qué tendré que hacer y cómo?
  • saber qué pedir y si ello está de acuerdo con la voluntad de Dios;
  • tendré que creer que Dios puede concederlo;
  • y tendré que desear recibirlo.
13.- Por último: ¿responde siempre Dios?
Dios responde a la oración de sus hijos cuando pedimos bien y cuando pedimos mal. Cuando pedimos bien: para darnos. Cuando pedimos mal: para negarnos la petición.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Pedid, buscad, llamad

Predicación sobre Mateo 7:7-12

lunes, 28 de noviembre de 2011

Reflexión semanal del 28 de Noviembre al 4 de Diciembre

HIJOS O PERROS Y CERDOS
(Mateo 7:6)
Objetivo: Reflexionar sobre cuando debemos retirarnos al compartir el Evangelio.
V. 7:6
1.- ¿Qué es lo santo, qué son las perlas?
Lo santo y las perlas aquí significa lo mismo. Lo santo es la verdad revelada. Lo santo es la perla de gran precio. Algo por lo que (el que se da cuenta de su valor) va y vende todo lo que tiene para conseguirla. Es algo que (para el que entiende el valor que tiene) cualquier precio que deba pagar le parece poco. Es por la perla, por lo que entregas todo. 
La Palabra es santa porque es Cristo mismo. Esa Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn. 1:14). Dios no está separado de Su Palabra. Por eso Su Palabra es santa. El cielo y tierra pasarán pero Su Palabra no pasará. El Padre el Hijo y la Palabra son una misma cosa.
2.- ¿Cuántos tipos de personas se ven en los Evangelios? o dicho de otra manera ¿cuántos tipos personas ve el Padre? Fíjate en el título de la predicación.
Sólo hay dos tipos de personas en las Escrituras. Los que aceptan a Cristo y los que no. O sea el Padre ve dos tipos de personas: sus hijos y los demás. Y Jesús les pone nombres a esos dos tipos de personas. A los hijos del Padre celestial (que son los que aceptan Su Palabra, que es lo santo, que son las perlas), los llama tus hermanos (esos a los que has de ayudar quitándoles la astillita del ojo). A los demás Jesús los llama perros y cerdos.
3.- ¿Qué son los perros y qué son los cerdos para los judíos?
Los perros para los judíos no eran las mascotas que hoy tenemos en las casas. Eran los perros de la calle. Unos animales salvajes, feos, sucios, vagabundos (no tenían ningún propósito). Los judíos los podían ver por todas partes vagando por la basura (la basura de este mundo). Esos perros (no los perritos de las casas) aúllan, gruñen, te amenazan y si pueden te muerden. Para los judíos eran despreciables.
Los cerdos para los judíos eran animales inmundos. El hijo pródigo se dio cuenta de su absoluta miseria precisamente cuando fue obligado a cuidar a los cerdos. Hasta entonces no había visto que había llegado a la más baja condición a la que un judío podía llegar (peor que la de los propios cerdos) ya que los cerdos tenían para comer, pero él deseaba comer las algarrobas de ellos, pero ni siquiera se las daban.
4.- ¿Qué son los perros y cerdos para Jesús? ¿Y en el NT? Lee Mt. 8:30-32 y 2ª Pe. 2:22.
Esto no es un insulto, es una definición. Vamos a ver lo que Pedro dice en 2ª Pe. 2:21-22 “Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno”.
Ya hemos dicho que los judíos trataban a los perros con desprecio, no como nosotros que lo consideramos el mejor amigo del hombre. Para ellos eran animales inmundos. Era un animal carroñero que vivía de la basura y se comía su propio vómito. Yo he visto como mi perro después de vomitar la comida se la volvía a comer.
Pedro está repitiendo el Pr. 26:11 “Como perro que vuelve a su vómito, Así es el necio que repite su necedad”. El perro vivía de lo que encontraba por el mundo y eso le hacía portador de muchas enfermedades. Pedro compara a los que se alejan del Evangelio como perros que vuelven a comer de lo que antes comían, personas que regresan a su vómito a su vida de pecado. Y también los compara con cerdos que después de limpios por la Palabra vuelven al cieno a mancharse con las cosas del mundo.
Todos (antes de aceptar a Cristo en nuestra vida) hemos sido perros y cerdos. Esto significa que como perros que éramos Cristo nos hizo vomitar todo lo malo que en nuestro interior había, y como cerdos Cristo nos lavó de toda la porquería que se nos había pegado del mundo. Pero ya no somos perros ni cerdos, somos una nueva creación.
5.- Los hijos ¿podemos volver a ser perros y cerdos?
Aunque nuestra apariencia externa es la misma, por dentro somos diferentes. En esencia somos diferentes. Esto quiere decir que, si circunstancialmente caes y te ves comiendo del vómito y revolcándote en la porquería de este mundo pero cuando lo haces sientes dolor (tristeza que te hace no poder seguir viviendo así), entonces eso es la prueba de que tu conversión de perro o cerdo a hijo fue real. Alégrate porque a pesar de la caída sabes que eres hijo, ya que los perros y cerdos ni sienten ni padecen por causa del Evangelio y disfrutan de su vómito y de su charca de caca. Si te descubres ahí circunstancialmente y eso te duele y te duele mucho... eres hijo. 
Ahora bien, si sistemáticamente estás ahí (y no te das ni cuenta a pesar de que te lo advierten tus hermanos, esos hermanos que no tiene una viga en su ojo), entonces, muy probablemente, no eres hijo. Cuando volvemos a nuestro vómito y nos revolcamos en el cieno... sistemáticamente, permanentemente sin dolor alguno por el sacrificio que nuestro Salvador hizo, significa que nunca nos convertimos en hijos, siempre fuimos perros o cerdos.
6.- ¿De qué nos advierte Mt. 7:6?
Vemos que hay dos tipos de personas: hijos o perros y cerdos. Y Jesús nos advierte que tenemos que diferenciarlas para no perder el tiempo. Son dos tipos de personas porque cuando se les enfrenta con la verdad del Evangelio unos la aceptan y otros la desprecian. Y Él nos pide que nos demos cuenta de ello.
7.- ¿Trató igual Jesús a todas las personas? Lee Lc 23:6-11
Si nos fijamos en Jesús, vemos que no trató de la misma manera a todas las personas cuando les presentó la verdad. No trató igual a Natanael, o a Nicodemo, o a la mujer samaritana que a los fariseos.
Hay una buena ilustración sobre este diferente trato cuando en Lc. 23 vemos que Pilato, interrogó a Jesús y Él contestó. Sin embargo cuando le interrogó Herodes, no le respondió nada, simplemente no le dirigió la palabra. Vemos, pues, que Jesús trata a las personas de manera diferente. Pero eso no es acepción de personas porque no es por su apariencia sino por su disposición espiritual.
8.- ¿Por qué las perlas (espirituales) no le saben a nada a los cerdos?
Porque hay que transformarse, regenerarse, convertirse de cerdo a hijo.
Los cerdos no distinguen las algarrobas de las perlas. Para ellos aparentan ser lo mismo, no distinguen, por eso cuando las prueban y ven que no es lo que esperan se burlan y te escarnecen. Con los perros pasa lo mismo.
9.- ¿Qué relación ves entre el v. 6 y los vv. anteriores sobre el juicio?
Que debemos juzgar todas las cosas. No juzgamos por las apariencias, sino por la disposición. Cuando no hay disposición no hay capacidad espiritual para entender el Evangelio. Porque las cosas del Evangelio son locura para el hombre natural, no saben a nada como no saben a nada las perlas a los cerdos. Las Puertas del inicio de este SM (las Bienaventuranzas) son esenciales, porque el que no es pobre en espíritu, el que no llora por esa situación de pecado, el que no es manso para acudir al Señor no tendrá nunca hambre y sed de Justicia, hambre y sed de Cristo, hambre y sed de Su Palabra, hambre y sed de estas perlas.
10.- ¿Por qué no hay que perder el tiempo con los cerdos y perros? Lo dice el propio v. 6.
Porque nos van a despedazar. Se enfadarán porque no reciben de nosotros lo que esperan. Se ven confrontados y eso hace que en muchos casos se revuelvan contra nosotros.
No pierdas el tiempo con el que no tiene oídos para oír. Para oír que tiene que arrepentirse. De nada vale que le hables de la necesidad de perdonar al hermano, de ser fiel a la esposa, de dar bien por mal, porque estas perlas sólo las da Dios a sus hijos y sus hijos son aquellos que 1º se han arrepentido y luego han llorado y luego han obedecido mansamente, por eso luego y sólo luego tienen hambre y sed de estas joyas de justicia, las perlas de los cielos.
No podemos predicar un Evangelio de ofertas. Este, es un Evangelio de joyas, de perlas que son gratis pero que no se dan a cerdos o perros sino a los que tienen la disposición de escucharlo... humillados.
11.- Te vuelvo a hacer la pregunta 2, pero ahora relacionándola Lc. 23:39-43.
Los dos ladrones igual de criminales. No había uno mejor que el otro, los dos eran cerdos que iban a ser crucificados por cerdos y criminales. Pero uno tuvo la disposición adecuada. Esa disposición consistió en ver su crimen (ver su pobreza espiritual), lamentarse por ello, pedir mansamente a Cristo ser perdonado. No hay momento más glorioso que ese momento de la cruz que resumen lo que Él hizo por nosotros y como unos lo aceptan (los hijos) y otros lo rechazan (los perros y cerdos). Ni aún en el momento de la muerte, ni aún al borde del abismo algunos dan cuenta de que realmente son.
Ese momento de la cruz lo resume todo porque el hijo reconoce lo que es (un ladrón-un cerdo) y quien es Cristo (el Mesías).

domingo, 27 de noviembre de 2011

Hijos o... perros y cerdos


Predicación sobre Mateo 7:6

lunes, 21 de noviembre de 2011

Reflexión semanal del 21 al 27 de Noviembre

EL JUZGAR
(Mateo 7:1-5)
Objetivo: Reflexionar sobre el juicio que hacemos sobre los demás
EL PRINCIPIO
V. 7:1 (a)
1.- El principio es: “No juzguéis” ¿Se puede entender bien este principio o es necesario acudir al resto del texto, a su contexto y a otras partes de la Biblia para entenderlo bien?
Para poder entenderlo bien tenemos que atender a su contexto y al resto de la enseñanza de la Escritura para (con la ayuda del ES) poder entender bien lo que el Señor tiene que aconsejarnos sobre ese principio. Además también deberemos ver la explicación concreta que da Jesús en este pasaje sobre el principio (Por qué no debemos juzgar y por qué sí debemos juzgar y cómo).
2.- Comenta tres vv. (del contexto, dentro del mismo Sermón del Monte) que nos ayuden a ver lo que quiere decir Jesús en este principio.
El contexto inmediato de la afirmación 7:1 No juzguéis”, viene en el v. 6: "No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen". ¿Cómo podría poner en práctica esto que me pide Jesús si no ejercito el juicio? ¿Cómo puedo discernir si delante de mí tengo a una persona a la que la Biblia describe como un perro o un cerdo, sin hacer un juicio sobre ella?
También el versículo 15: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”. ¿Cómo me voy a guardar de los falsos profetas si no pienso, si no discrimino, si no hago un juicio sobre su enseñanza? Estas personas son muy atractivas, vienen con una doctrina con la que intentarán engañar incluso a los escogidos. Necesito el juicio para discernir y discriminar lo bueno de lo malo y así no dejarme engañar.
En los ss. vv. nos habla de que “por sus frutos los conoceréis”, pero si no pongo a funcionar mi discernimiento a través de un juicio sobre esos frutos, nunca los conoceré y por lo tanto podrían engañarme.
3.- Después de analizar el contexto y sin haber llegado a otras partes de la Biblia y a la explicación de Jesús, ¿qué puedes decir del principio 7:1 “No juzguéis”?
Es evidente que la interpretación verdadera del 7:1 “No juzguéis” no puede querer decir que no podemos pensar, ni expresar nuestras opiniones sobre lo verdadero y lo falso. No puede querer decir que debo quedarme pasivo ante esa forma de cristianismo que intenta comulgar la luz con las tinieblas en aras a una supuesta paz. Cristo mismo dijo que no vino a traer paz sino espada (se refería a ese tipo de paz que amalgama la verdad con la mentira). Por lo tanto, esas personas que dicen que no puedo pensar ni expresar mi opinión sobre lo verdadero y lo falso, resulta (a la luz de estos vv. que acabamos de ver) completamente imposible.
LA RAZÓN EQUIVOCADA PARA JUZGAR
VV. 7:1 (b)-2
4.- ¿Qué quiere decir: “... para que no seáis juzgados”? ¿Es que vamos a ser juzgados por alguien?
¿Por los demás hombres? No. Sería un error interpretarlo así. Aunque también vamos a ser juzgados por ellos, el Señor nos lleva mucho más allá. Lo que sin duda significa es: No juzguéis, para que no seáis juzgados... por Dios.
Decir que somos salvos por gracia, por medio de la fe y que ya no vamos a ser juzgados porque Su sangre nos limpió ya que estamos inscritos en el Libro de la Vida, es decir una verdad muy grande... pero no toda la verdad. Además del juicio del Gran Trono Blanco de Ap. 20 en el cual no seremos condenados, si hemos recibido a Cristo como nuestro Salvador, debemos saber que los cristianos tenemos otro juicio, el del Tribunal de Cristo (del que ya hemos hablado más veces (Rm. 14:10; 1ª Cor. 3:14; 2ª Cor. 5:10)).
Aunque seamos cristianos, y estemos justificados por fe, y tengamos seguridad de la salvación, y sepamos que vamos al cielo, todavía estamos sometidos a varios juicios: 1º aquí en esta vida (esto es la disciplina de Dios en nuestras vidas), y 2º después de esta vida (en el Tribunal de Cristo).
5.- ¿Qué quiere decir: “Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido”? Lee 2º Sam. 12.
Este v. no sólo me pone a pensar, sino que me pone a temblar. Porque si exijo a los demás santidad, deberé vivir de acuerdo a esa santidad, ya que sino seré juzgado por mis mismos parámetros. Como hemos visto en la vida de David.
Esta historia de David me recuerda algo cotidiano en mí: que el pecado en la vida de otra persona se ve horrible, se ve enorme (y lo juzgo y lo condeno). Pero en mí ¡bahh!!! pues no se ve tan mal, se ve pequeñito, y es el mismo pecado.
Por lo tanto, el Señor no me prohíbe juzgar, sino que lo que hace es darme unos consejos para hacerlo. El 1º es este: con la medida con que medís, os será medido. Es un consejo muy duro, tan duro que si sigo ese consejo evitaré juzgar a los demás... para condenarles.
No conozco mejor consejo, Jesús no lo podía decir más claro para que yo entienda que debo apartarme lo más lejos posible del pecado que significa el juicio condenatorio sobre otras personas. Nosotros no conocemos el corazón de las personas, sólo Dios lo conoce, por lo tanto solo Él puede juzgar para salvación o condenación.
6.- Por lo tanto, ¿cuál es la razón equivocada?
Juzgar condenando.
LA RAZÓN ACERTADA PARA JUZGAR
VV. 7:3-5
7.- ¿Por qué es tan irónico Jesús?
Probablemente porque lo merecemos. Hay que recordar que Él está hablando a discípulos. Aquí no se está dirigiendo a los fariseos.
Así que si se dirige a mí, muy probablemente es que yo sea así: un ciego que pretende sacarle una pajita del ojo a mi hermano, teniendo yo una viga en el mío.
8.- ¿Qué beneficios ves en esta enseñanza de Jesús? Di dos.
Primero me ayuda el Señor a mí y luego (y sólo luego) puedo ser un canal de bendición a mi hermano. En esta forma de juicio vemos que no hay juicio condenatorio, en este juicio no hay condena, sino sólo juicio, evaluación y discernimiento para salvación.
9.- ¿Dónde crees que nos quiere llevar el Señor con este análisis sobre nuestra vista?
El Señor quiere que antes de que se me ocurra ayudar a alguien sobre algo feo que vea en su vida, que 1º evalúe mi situación. Porque si soy sincero conmigo mismo, muy probablemente yo esté igual o peor. Esta es la situación ideal que usa el Señor para llevarme a buen puerto. Cuando un barco se estropea hay que llevarle a un puerto tranquilo, seguro, sin oleaje. ¿Cuál es el buen puerto para mí? ¿Cuál es el sitio ideal al que el Señor me quiere llevar para que yo sea consciente del problema y lo pueda arreglar? ¿Dónde puedo ver bien el problema que tengo yo, y del que no soy consciente muchas veces hasta que llego a buen puerto? ¿Dónde puedo ser verdaderamente sincero conmigo mismo? Ese sitio, ese puerto es... la oración.
10.- Después de ver estos tres vv. ¿en qué consiste este juicio acertado? y ¿cómo se puede llevar a efecto?
En juzgar para ayudar, para salvar, no para condenar.
Cuando alguien no quiere escuchar el consejo de un hermano que te quiere advertir del error en el que estás y reclama que sólo Dios le puede juzgar, tiene toda la razón. Pero ¡Ay! si este hermano tenía un buen juicio y su advertencia era grave. ¡Ay! si ese hermano no tenía una viga en su ojo. Si esto era así, ocurrirá lo siguiente: Dios le juzgará (como reclamaba) pero entonces ya no para que se arrepienta (como hubiera sido el caso con el hermano) sino para condenación.
Allí ya no se puede pedir la recusación del juez supremo, y es que en última instancia no hay revisión de sentencia ni recusación que valga. A veces es mejor escuchar un juicio en 1ª instancia para poder rectificar, porque en última ya no habrá posibilidad.
Si tu hermano es un hermano que ya no tiene una viga en su ojo, es un instrumento del ES para redargüir y confrontar, no para acusar. Eso lo hace el diablo. El diablo acusa para matarte, para anularte, para destruirte, no para restaurarte, al diablo no le interesa restaurarte. Si recibes ese tipo de acusación, esa persona es un hijo del diablo, no es un hijo de Dios.
11.- La ilustración que pone el Señor sobre el ojo es excelente ¿Por qué?
El ojo es muy sensible. Es muy delicado. En cuanto le entra algo (por pequeñito que sea) se cierra el párpado inmediatamente para protegerse. Así somos nosotros, delicados y aunque alguien intente quitarnos una astillita, cerramos los párpados para que nadie nos haga daño.
Por eso el que interviene en el ojo de alguien (en el alma de alguien), debe ser una persona que 1º pueda ver bien (que no esté peor que el que tiene la astilla), 2º que sepa hacerlo. Y para esto último se necesita paciencia, calma, afecto, amor, compasión. Incluso con complicidad. Y esto es porque cuando yo he pasado por lo mismo, cuando he logrado sacarme una viga de mi ojo, sé que duele, sé que no es fácil, sé que cuesta tiempo y esfuerzo y paciencia. Cuando a mí me ha pasado todo esto, yo soy partícipe de su sufrimiento y necesidad y sólo así se puede tener paciencia y amor para ayudar a sacar la astilla. En este tipo de juicio no hay condena, sólo restauración, sólo salvación.
Sólo podré tocar una parte tan delicada (como es el alma de otro hermano), cuando yo soy consciente de mi propio pecado, de mi propia indignidad y de esa manera en vez de condenar, lo que siento es ganas de llorar porque probablemente yo estoy igual.
CONCLUSIÓN
12.- ¿Qué puedo juzgar yo y cómo debo hacerlo? y ¿qué no puedo juzgar yo?
Puedo y debo juzgar, pero... no a las personas. Además, para emitir un justo juicio, es imprescindible y necesario que 1º nos enfrentemos con lo que yo soy de verdad a la luz de Cristo. Eso nos pondrá en la perspectiva correcta y de esa manera evitaremos pérdida y sufrimiento aquí en la tierra (como vimos que le ocurrió al rey David, al que Dios juzgó según los parámetros que el mismo David había establecido). Y pérdida también en el cielo. No juzguemos nada si previamente no nos juzgamos (y severamente) 1º a nosotros mismos. No juzguemos a nadie porque eso sólo le corresponde hacerlo a Dios.
Sólo Él conoce los corazones y sólo Él decide el destino final de las personas. Si lo hago yo, me estoy poniendo en el lugar de Dios.
 

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