domingo, 30 de diciembre de 2012

domingo, 23 de diciembre de 2012

domingo, 16 de diciembre de 2012

domingo, 9 de diciembre de 2012

Los primeros días

Predicación sobre Hechos 9:20-31

domingo, 18 de noviembre de 2012

domingo, 11 de noviembre de 2012

Camino a Damasco

Predicación sobre Hechos 9:1-9

domingo, 28 de octubre de 2012

de Samaria a Etiopía

Predicación sobre Hechos 8:26-40

domingo, 21 de octubre de 2012

De Judea a Samaria

Predicación sobre Hechos 8:5-25

domingo, 14 de octubre de 2012

viernes, 12 de octubre de 2012

domingo, 23 de septiembre de 2012

domingo, 16 de septiembre de 2012

Y crecía la Palabra

Predicación sobre Hechos 6:7

domingo, 9 de septiembre de 2012

¿Problemas en la iglesia?

Predicación sobre Hechos 6:1-6

domingo, 29 de julio de 2012

domingo, 22 de julio de 2012

Por causa del Nombre

Predicación sobre Hechos 5:40-42

lunes, 16 de julio de 2012

martes, 26 de junio de 2012

Vino gran temor

Predicación sobre Hechos 5:11-16

domingo, 10 de junio de 2012

Un solo corazón

Predicación sobre Hechos 4:32-5:11

domingo, 3 de junio de 2012

De vuelta a casa

Predicación sobre Hechos 4:23-31

jueves, 31 de mayo de 2012

No lo podemos dejar de decir

Predicación sobre Hechos 4:18-22

Habían estado con Jesús

Predicación sobre Hechos 4:13-17

domingo, 13 de mayo de 2012

La defensa de nuestra fe

Predicación sobre Hechos 4:8-12

domingo, 6 de mayo de 2012

domingo, 15 de abril de 2012

Lo que todos deben saber

Predicación sobre Hechos 3:12-26

lunes, 9 de abril de 2012

Reflexión semanal del 9 al 15 de Abril

LEVÁNTATE Y ANDA
(Hechos 3:1-11)
Objetivo: Preguntarnos si estamos siendo los instrumentos que el Señor quiere que seamos, transmitiendo Su poder a los imposibilitados de entrar al templo.
Introducción
1.- ¿Hacia dónde apunta esta señal?
Los milagros son señales. Así que si son señales es porque sirven, apuntan, están hechas para algo. No son un fin en sí mismas, sino que tienen otro objetivo final. Conducirte a algo mejor que la propia señal.
El objetivo de las señales y milagros es apuntar a Cristo (el Autor, el Señor de las señales).
Vv. 1-2
2.- ¿Qué es lo que representa este “cojo de nacimiento”?
Si en este v. sólo vemos a un mendigo, erramos en el propósito del pasaje. Aquí está representada toda la humanidad. Así somos todos los hombres antes de llegar a Cristo: pecadores, incapaces de poder entrar en la presencia de Dios. Como mucho siendo transportados hasta la puerta del templo y dejados allí, sin poder entrar.
3.- ¿Qué quiere decir que era “cojo de nacimiento”?
Este v. 2 dice que este hombre era cojo de nacimiento, pero en el original, la palabra que se utiliza es koilia, o sea desde el vientre de su madre. Lo que nos indica esta palabra es que este hombre era ya así, no desde cuando nació, sino desde antes de nacer.
¿Qué quiere decir esto? pues que desde el vientre de nuestra madre, todos nosotros venimos incapaces, cojos, defectuosos. Así es nuestra naturaleza: no podemos andar tal y como Dios quiere que andemos. No es que tropecemos en la vida y debido a ese accidente no podemos entrar en el Templo (o sea a la presencia de Dios) no. Sino que desde que nacemos estamos excluidos de poder tener comunión con Él.
Por muchos esfuerzos que realicemos, incluso con todas las ayudas de este mundo, como mucho llegamos hasta la puerta, pero por fuera.
No es la sociedad la que nos estropea. “He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre” (Salmo 51:5). Este Salmo me recuerda que no es la sociedad la que me estropea, este Salmo me recuerda que ya vengo estropeado de serie. Y el 1er. paso para arreglar este estropicio es reconocerlo. Y este es el error de la humanidad en general. Que no ven el estropicio, que no lo quieren ver. Y sin embargo, mira a los niños en una guardería, nadie les enseña lo malo, les sale solo y les sale de maravilla.
4.- ¿Qué es lo máximo que puede esperar del mundo un “cojo de nacimiento”?
Lo máximo que puede hacer el mundo por un paralítico es darle limosna. El mundo es incapaz de ayudarnos a vivir una vida plena y rebosante. Limosnas y nada más, es lo que recibiremos de la sociología, de la psicología, de la ética, de la moral, de la política, de la religión, incluso de la educación.
Pablo lo sabía muy bien, por eso tuvo por basura todos sus logros en la carne. Además nos dice en 1ª Cor. 1:21 que “el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría”, por eso sigue diciendo, “agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación”. Nunca conoceremos a Dios por la ciencia, porque Él así lo ha dispuesto y es muy sabio.
Limosnas es lo que del mundo recibimos, migajas de paz, migajas de felicidad, migajas de esperanza. Sin Cristo, somos mendigos de migajas para poder sobrevivir día tras día, como hacía este paralítico. Sin embargo fuimos creados para mucho más que para mendigar migajas.
Vv. 3-5
5.- Este “cojo de nacimiento” espera recibir algo ¿qué es, y qué significa eso que pide para su vida?
Este pobre hombre espera recibir algo, pero es algo equivocado. Limosna. No levanta la vista para solicitar lo que su alma anhela. ¿Por qué? porque ni siquiera lo espera. Pedro y Juan le tienen que decir: míranos.
Estaba tan acostumbrado a recibir limosnas que ni mira a aquellos que se las dan. Mira hacia el suelo. Más de 40 años (4:22) en esa miserable condición de postración, hace que no tenga ninguna esperanza de que su destino cambie. Recibe limosnas, pero eso no cambia su vida paralizada. A pesar de ello sigue rogando que se las den, y eso es porque no conoce otra cosa y no espera otra cosa.
6.- Dime un motivo por el cual mucha gente no cree en la iglesia.
Pues que lo que recibe de la iglesia que ellos conocen son limosnas. Por eso ni miran hacia aquellos que les hablan, porque esa iglesia que conocen no tiene el poder de Jesucristo para transformar vidas. Pero así no debiera ser la verdadera Iglesia.
¿Qué ven, qué perciben hoy estos hombres paralizados (sin verdadera vida) en la Iglesia? ¿arquitectura, escultura, pintura, procesiones, música, filosofía, moral, política, trabajo social? Y todo esto en el mejor de los casos.
Pues esas cosas ya las tienen en el mundo, para eso no murió Cristo, para eso no hemos sido llamados.
V. 6
7.- ¿Para qué hemos sido llamados? Para poder decir...
No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”.
8.- ¿Qué debieran ver los “cojos de nacimiento” en la Iglesia?
Lo que acabamos de leer. El ministerio de la Iglesia es hacer frente al verdadero problema de este tipo de hombres y mujeres: no darles limosna, sino ofrecerles sanidad total para que dejen de ser paralíticos que no pueden entrar al Templo a adorar a Dios.
Por lo tanto tú y yo, que somos parte de la Iglesia, ¿qué podemos hacer por alguien así? ¿qué podemos hacer por ese amigo o conocido, vecino o compañero de trabajo que vemos que está lisiado, inútil total y que no tiene ninguna esperanza en este mundo, aunque él ni se plantee que pudiera tener otra vida? Pues decirle: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
9.- ¿Qué podemos aprender de la anecdótica conversación del Papa Inocencio IV con Tomás de Aquino en 1.260?
El Papa le mostró la fabulosa riqueza del papado. Después del recorrido el Papa le dijo: “ya ves Tomás, a diferencia del 1er. papa, no puedo decir: “No tengo ni plata ni oro”. Tomás le respondió: “Ni tampoco puede Vd. decir en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”.
Es patético observar cómo se puede ser y estar tan ciego, cuando además se conocen las Escrituras, e incluso se citan. Y esto es lo que nunca debiera ser la Iglesia. Un grupo de personas que han perdido el propósito de su llamado, que es extender la mano al cojo de nacimiento para poder decirle con la autoridad de Cristo: levántate y anda.
Esta es la diferencia con cualquier otro grupo de personas que no son la Iglesia, que nadie puede (porque no tiene) este poder de levantar de la postración al paralítico, al menesteroso, al que nunca ha conocido el Templo.
Podrán enseñarte filosofía, o moral, o educación, o entretenimiento, pero nunca podrán levantar a nadie del suelo, porque eso sólo lo puede hacer Cristo. Y eso hoy lo hace a través de Su Iglesia.
10.- ¿Cuál es el problema de los “cojos de nacimiento” que nosotros conocemos, y cuál sería su solución?
El problema del cojo que vemos en este pasaje (al igual que los cojos que conocemos en nuestras relaciones cotidianas) es que como nacieron así (y la maldad es algo con lo que se nace) pues no son conscientes que pueden ser liberados de eso y por eso ni siquiera piden correctamente. Así que cuando alguien (como Pedro y Juan se acercan), ni piden correctamente, ni miran cuando piden.
Por eso tenemos que mirarles nosotros a ellos y decirles: míranos, como vemos en el v. 4.
El problema de la humanidad es un problema de nacimiento. Desde que nacemos, desconocemos a Dios. El hombre nace así. Y, ni pide correctamente, ni mira a quien le puede ayudar de verdad. Todos los hombres necesitan este milagro, el milagro que sólo Jesús puede hacer... y ahora Jesús lo hace a través de Su Iglesia.
Ese problema congénito del ser humano le impide mirar a Dios y por lo tanto no le conoce y al no conocerle no sabe cómo vivir de verdad. No sabe ni vivir ni sabe morir.
Vv. 7-8
11.- El mensaje es Jesús de Nazaret y no otro ¿Por qué y para qué debemos dar este mensaje?
• Porque no hay otro con poder para levantar a los “cojos de nacimiento” del suelo.
• Para que podamos ponernos en pie y podamos entrar a tener comunión con Dios en el Templo. No sólo nos perdona los pecados, algo imprescindible para poder estar en Su presencia, sino que nos habilita para tener vida plena, vida de verdad, y eso desde hoy, desde ahora mismo. Pero claro, para poder llegar a tener esta vida debemos poder mirar hacia arriba y aceptar que somos inválidos de nacimiento.
Con esta nueva vida, este hombre ya puede entrar al Templo y andar, saltar y alabar. Todo esto fue... al momento. Dios te justifica al momento, al momento puedes entrar a Su Presencia. Otra cosa será tu nuevo caminar en Cristo, con tropezones. Pero desde ¡ya!! puedes entrar donde nunca pudiste, donde nunca soñaste.
Vv. 9-10
12.- ¿Qué les ocurre a los demás cuando un “cojo de nacimiento” es levantado del suelo?
Cuando realmente hay una transformación en la vida de un paralítico, todo el mundo lo ve. Algunos no lo querrán reconocer... pero se ve. Y no lo querrán ver porque aunque se llenan de asombro, también se llenan de espanto. La palabra que aquí se ha traducido por espanto es (ekstasis) o sea, un asombro que te deja paralizado. No significa pánico.
Toda la vida le han visto como un inútil, pero ahora puede andar y además salta porque está contento... tiene el gozo de la salvación.
¿Nos ve todo el pueblo andar, andar conforme a la voluntad de Dios? ¿Nos ve todo el pueblo alabar a Dios, no digo sólo con la boca, sino con la vida? A este hombre sí le vieron. Sólo cuando uno ha sido realmente sanado de una parálisis de más de 40 años, es capaz de saltar de gozo y de alabar a Dios sin vergüenza ninguna.


V. 11
13 ¿Qué te enseña este v. 11?
Pedro, Juan y el que ha sido sanado, salen del Templo. O sea no se quedan en la iglesia, porque en la Iglesia no pueden entrar los paralíticos. Están imposibilitados para tener comunión con Dios.
Es fuera de la iglesia donde, casi siempre, tenemos que dar testimonio de Aquel que es el Autor del milagro.
14.- Haz un resumen de este milagro y compáralo con los “cojos de nacimiento” que conoces en tu vida cotidiana.
Este cojo es una ilustración de la humanidad:
  1. Nació cojo, y todos nacemos pecadores.
  2. No podía andar, y ningún pecador puede andar de manera que agrade a Dios.
  3. Estaba fuera del Templo, y los pecadores están fuera del templo de Dios (la Iglesia).
  4. Mendigaba, y así son todos los seres humanos que no han sido levantados por Jesucristo: mendigos buscando satisfacción y sin encontrarla.
Del mundo, como mucho, recibiremos limosnas que nos dejarán como estábamos: tirados y postrados en el suelo. Sólo hay que levantar la vista. La mayoría de los seres humanos van con la vista hacia abajo y sin embargo los hijos de Dios les decimos (como Pedro y Juan): “Míranos”.

domingo, 8 de abril de 2012

Levántate y anda

Predicación sobre Hechos 3:1-11

lunes, 2 de abril de 2012

Reflexión semanal del 2 al 8 de Abril

LOS RESULTADOS DE LA SENCILLEZ EN LA IGLESIA
(Hechos 2:43-47)
Objetivo: Examinar los resultados que proporciona el perseverar en lo que hay que perseverar (y no en cuestiones accesorias) y que desemboca, entre otras cosas, en la felicidad en esta vida.
V. 43
1.- ¿Cuál es el 1er. resultado? ¿En qué consiste, en qué no consiste y cuál es su objetivo?
El temor.
Lo 1º que hay que decir es que no es el temor a los hombres o a las circunstancias de lo que habla este v; sino que de lo que se trata es del temor de Dios. El temor a Dios es respeto. Respeto de quién es Él y de Su soberanía. Él no es cualquiera y si me dice que algo ha de hacerse, yo he de hacerlo porque sé (aunque no lo crea, o no lo sienta, o no lo vea), sé que debe ser así. Ese temor, que es limpio (como dice el Sal. 19:9), produce en mí, vida. Porque me hace no cometer las imprudencias que mi carne y mi corazón me invitarían a hacer y eso yo lo agradezco.
También es un temor santo, porque me sé siempre delante de la presencia de Dios. Hay muchas personas que no tienen temor de Dios, aunque van a la iglesia. Si es que hay alguien que no tiene ese respeto, es que esa persona no tiene conciencia de quién es Él, y por lo tanto no hay temor de Dios.
El temor a los hombres o a las circunstancias no produce las mismas consecuencias que el temor de Dios. No es un temor santo, por eso ese temor del mundo me lleva a la angustia, a la culpa, a la zozobra, al dolor. El de Dios produce vida.
2.- ¿Por qué viene en 1er. lugar este resultado que acabas de analizar?
El temor de Dios es el 1er. resultado de las 4 cosas que vimos en las cuales había que perseverar, porque cuando uno persevera en ellas (la doctrina de los apóstoles, la comunión, el partimiento del pan y las oraciones) entonces es cuando te viene el entendimiento de quién es Él y de quién soy yo y eso provoca en 1er. lugar: el temor de Dios.
3.- Lee Lc. 5:4-11 y desarrolla el “temor” que ves ahí.
Jesús no le había dicho nada, ni le había regañado, ni le había dicho que era un pecador. Sin embargo Pedro, al darse cuenta quién estaba delante suyo, se arrodilló porque le vino temor y eso ocurrió porque fue consciente de quién es Él y de quién es Pedro. Y ese temor (que no es el temor del mundo) produce paz: “Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron”. Si ese temor, no produjera paz, no le hubieran seguido.
4.- ¿Cuál es el 2º resultado? ¿En qué consiste, en qué no consiste y cuál es su objetivo?
Maravillas son cosas que puedes hacer, con las cuales dejas al de enfrente estupefacto, sin habla.
Lo que no es, son esos milagros que a veces pedimos, como si la iglesia fuese un circo, en vez de desear ser llenos del ES como nos dice Ef. 5 y 6.
Estas maravillas y señales las conseguiremos porque serán el producto de poner en práctica el v. 42 y no de desear perseverar en otras cosas que pudieran aparentar más espectaculares.
Estas maravillas y señales tienen un objetivo: sorprender, dejar estupefactas a las personas y que así puedan glorificar a Dios.
5.- ¿Qué significa que... “eran hechas por los apóstoles”?
Por los apóstoles, significa que serán hechas a través de... los apóstoles. Este “por” se entiende mejor en inglés o en griego. Es algo que ya estaba preparado de antemano por Dios y que será hecho a través de nosotros. Somos canales, vías por las cuales descienden las maravillas de Dios.
6.- ¿Cuál es el 3er. resultado? ¿En qué consiste, en qué no consiste y cuál es su objetivo?
Solidaridad. Estamos en unos momentos en que de repente se habían añadido 3.000 personas, que habían venido de fuera para la fiesta de la Pascua y que se quedaron hasta Pentecostés. Eran personas que necesitaban apoyo, porque surgió un imprevisto (la conversión de tantas personas) y por lo tanto apareció una necesidad.
Y la comunión de unos con otros provocó este milagro en el corazón: la solidaridad, la fraternidad, el apoyo mutuo. Que es lo contrario del egoísmo, del desamparo.
En ningún lugar de la Biblia se obliga a vender todas las cosas. En estos vv. no se habla de comunismo. Los que piensan que esto es comunismo, están muy equivocados. La Biblia no habla ni de comunismo ni de capitalismo. La Biblia de lo que habla es del corazón de Dios y del corazón del hombre. Y la gran diferencia entre ambos.
El capitalismo te dice que lo mío es mío. El comunismo que lo tuyo es mío, pero el cristianismo me dice que lo mío es tuyo.
No habla de una imposición, como en el comunismo. Se trata de hacerlo por amor. Somos mayordomos de lo que tenemos en esta tierra y el dueño es Dios. Por eso cuando apareció esta necesidad en Jerusalén, todos tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.
Vemos, pues, que nadie quitaba nada a nadie. Ni siquiera se repartía de manera igualitaria, sino que lo repartían a todos según la necesidad de cada uno, que es muy diferente. Se amaban tanto, que no estaban dispuestos a que nadie pasase necesidad. Así que, si un hermano tenía dificultades, cualquier otro estaba dispuesto a vender lo que tenía para ayudarle. Y eso nos habla de una comunión extraordinaria. O sea: eran uno.
7.- ¿Cuál es el 4º resultado? ¿En qué consiste, en qué no consiste y cuál es su objetivo?
La alegría.
La alegría depende totalmente de un factor previo: el temor de Dios. Algo que al mundo le parece una locura, pero que es el principio (la base) de una verdadera y correcta concepción de la felicidad.
No consiste en la alegría del mundo.
En el mundo: no puedes encontrar la felicidad sin algún tipo de droga (o sea que depende de las circunstancias externas).
El gran problema de esta “alegría” es que proporciona una satisfacción pasajera y superficial y además cada vez demanda más energía externa (dinero, tiempo, drogas, etc)
Toda esa alegría que el mundo ofrece , desaparece en cuanto desaparece aquello que la sustenta. Si no tienes dinero, si no puedes pagarte el cine, si no tienes tiempo para gastar, incluso si no tienes salud, entonces ya no tienes alegría, ya no tienes placer, ya no eres feliz.
Con Cristo: La alegría del cristiano no está basada en cosas externas (en las circunstancias), por eso es más que una simple alegría, es un gozo profundo y no superficial. Esta alegría, basada en el gozo de la salvación, incluye el elemento que hemos visto en 1er. lugar hoy: el temor de Dios.
Así que cuando nos centramos en perseverar cada día en el templo y en las casas, es cuando la alegría aparece sin haberla buscado.
8.- ¿Cuál es el 5º resultado? ¿En qué consiste, en qué no consiste y cuál es su objetivo?
La sencillez. El pecado lo complicó todo. Antes de la caída la vida era simplemente sencilla, pero en cuanto el hombre cayó vemos como todo lo complica. Se escapa de la presencia de Dios y esto en sí mismo es ya una complicación. Para solucionarla miente, con esa mentira pretende salvar la situación y lo que consigue es lo contrario, complicarlo todo aún más. Comienza a construir ciudades, gobiernos para organizar esas ciudades, jueces que controlen los gobiernos de esas ciudades y al final terminamos con la vida completamente fragmentada, dividida, y esto es lo contrario de la sencillez.
La vida en la iglesia (tal y como lo vimos en el v. 42) es muy sencilla, sin complicaciones, sin fragmentar.
Este v. 46 habla de que comían juntos con alegría y sencillez de corazón. Un corazón sencillo es un corazón de una sola pieza, que no tiene doblez, que no está compuesto por varios fragmentos divididos en fidelidades diferentes. Esto es un corazón sencillo, alguien que no desea a Dios y a las riquezas, porque tiene un corazón íntegro, dirigido en una sola dirección.
La sencillez de los cristianos deriva de un corazón limpio, sincero, no dividido entre Dios y las riquezas. Ya no buscamos en nuevas filosofías o la última moda en superación personal. No buscamos, porque ya hemos encontrado y lo que hemos encontrado es a Jesucristo.
9.- ¿Cuál es el 6º resultado? ¿En qué consiste, en qué no consiste y cuál es su objetivo?
La alabanza. Estos cristianos, alababan a Dios y además lo hacían todos los días. Hay algo inimitable en la vida de un cristiano.
Uno puede asistir a la iglesia y escuchar la doctrina de los apóstoles, puede estar rodeado de otros cristianos teniendo comunión con ellos, puede incluso participar de la Cena del Señor y de las oraciones en la iglesia. Pero lo que nunca hará una persona, a no ser que sea un verdadero cristiano, será adorar a Dios. Puede cantar, pero no alabar. Y eso es porque el diablo odia a Dios.
Y es que la alabanza no es cantar solamente. Tampoco es necesario cantar muy bien. De hecho hay veces que la excelencia en las canciones puede impedir una verdadera adoración, cuando nos centramos en lo accesorio.
La adoración parte del corazón, pero no de cualquier corazón, sino de un corazón agradecido al reconocer lo que Dios ha hecho en su vida. Parte de un corazón que después de haber vivido una vida desgraciada (y todos antes hemos tenido una vida desgraciada), le da las gracias por haberle revelado la verdad de su vida y la salvación tan grande que significa la muerte de Cristo por sus pecados.
Alguien que ha descubierto eso, adora y alaba con un corazón sincero, sin importarle nada de lo que los demás piensen.
10.- Dime tres motivos que debieran estar en la base de nuestra alabanza.
  • Que nos ha salvado.
  • Que nos ha salvado de una manera espectacular, entregando a Su propio hijo unigénito por alguien (tú y yo) que no lo merecíamos.
  • Y que todavía nos está salvando. O sea el reconocimiento de nuestra pobreza espiritual y nuestra más absoluta necesidad.
11.- ¿Cuál es el 7º resultado? ¿En qué consiste, en qué no consiste y cuál es su objetivo?
Buen testimonio.
No dar que hablar mal, sino todo lo contrario. Dando lo que necesita la gente.
No consiste en dar lo que te piden.
Llevar a las personas a Cristo.
12.- ¿Cuál es el 8º resultado? ¿En qué consiste, en qué no consiste y cuál es su objetivo?
La salvación no viene por ti, ni por mí. Es el Señor el que añade, cada día, los que han de ser salvos. La obra es de Él. Tú y yo simplemente “siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos” (Lc. 17:10).
Lo que dice es: “que los añadía cada día a la iglesia”. Por eso muchos cristianos que dicen que pueden vivir sin la iglesia (cuando realmente tienen una iglesia a la que pueden asistir) lo que están haciendo es negando el valor que tiene este v., ya que el Señor añade a al Iglesia y no a tu casa, aquellos que habrán de ser salvos.
Esto nos pone en nuestro sitio: nadie trae a nadie a la salvación. Es Cristo quien añade. Y esto es para la gloria de Dios.

domingo, 1 de abril de 2012

lunes, 26 de marzo de 2012

Reflexión semanal del 26 de Marzo al 1 de Abril

LA SENCILLEZ DE LA IGLESIA
(Hechos 2:42)
Objetivo: Examinar en qué cosas se enfocaban en la iglesia primitiva.
Introducción
1.- En una rápida lectura de este v. ¿qué preguntas y reflexiones te surgen con respecto a la Iglesia universal y a nuestra iglesia local?
  • Desde la perspectiva de la iglesia universal: Al preguntarnos en qué se diferencia la Iglesia de hoy de aquellos 1os. cristianos y descubriremos que, al complicarlo todo, hemos fracasado estrepitosamente.
  • Desde la perspectiva de la iglesia local: Veremos nuestra pequeña iglesia y observaremos si es que estamos fallando en algo según el modelo bíblico. También animarnos si es que nos vemos parecidos a esta 1ª iglesia de Hch., ya que somos una iglesia pequeña, sin recursos, sin gente poderosa e incluso en algún sentido somos una iglesia perseguida.
Perseveraban
V. 42
2.- ¿Qué significa perseverar?
Significa ser fuerte en algo, agarrarse con fuerza a algo.
3.- ¿Qué preguntas podríamos hacernos nosotros a nosotros mismos sobre nuestra perseverancia? Desarrolla cada una.
¿Persevero en el deseo de reunirme, con ganas de hacerlo, sintiéndome unido a los demás, con el motivo correcto y sabiéndome el último de tus hermanos?
La 1ª pregunta: ¿deseas reunirte, con otros cristianos? Porque si no sientes ese deseo, la conclusión es muy sencilla: simplemente no eres cristiano. No es que seas tan sólo un poco cristiano (eso no existe), simple y llanamente no eres cristiano.
La 2ª pregunta: y... si lo hacemos, ¿lo hacemos con ganas? Porque aquellos 1os. cristianos no sólo se reunían regularmente (perseverando unánimes cada día en el templo-v. 46), sino que lo hacían con verdadera pasión. No era para ellos una obligación religiosa, todo lo contrario. De hecho les iba la vida en ello (literalmente hablando).
Cuando alguien nace de nuevo, lo manifiesta perseverando. A Pedro no le vemos persiguiendo a estos hombres y mujeres para que se reunieran, muy probablemente sería acertado decir que fue al revés.
Si sientes esto: “que resultaría imposible que nadie en el mundo con toda su fuerza, pudiera separarte de tus hermanos, de esta familia, de tu iglesia”, es que entonces has nacido de nuevo.
3ª pregunta: ¿Te sientes unido a personas que, aunque de diferentes clases sociales, países, edades, estudios o formas de ser, son miembros de tu iglesia? o ¿piensas que no encajas con ellos? Porque si es así, no nos pareceríamos en nada a la Iglesia de Hch. 2.
En Hch. 2 vemos una reunión tremendamente cosmopolita: Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes.
Este es otro milagro del nuevo nacimiento espiritual. Que perseveran juntas unas personas que en otras circunstancias no se soportarían ni por interés. Existe en la Iglesia una unidad extraordinaria más allá de clases sociales, países, edades, estudios o formas de ser y que ha perdurado por siglos hasta el día de hoy. Y es extraordinaria ya que no se ve en ninguna otra reunión o asamblea que no sea la iglesia.
Esta increíble unidad se debe a lo siguiente:
todos nos hemos dado cuenta que somos iguales (pecadores). Y como pecadores todos necesitamos lo mismo (el perdón), a todos se nos da la misma solución (Cristo) y eso iguala, eso une.
La 4ª pregunta que nos debiéramos hacer tiene mucha relación con la anterior. En el Libro de Hechos, vamos a ver como todas estas personas, resultaban inseparables a pesar de sus evidentes diferencias. ¿Por qué? ¿cuál es la razón, el motivo de esta unión? ¿por qué se gozaban en las reuniones a pesar de sus diferencias?
A ellos les unía Cristo. El propósito no era una filosofía, ni una doctrina política, ni unas chicas, ni el dinero, ni el poder. El propósito, la razón, el motivo era Cristo. Y eso une. Y la pregunta para nosotros ha de ser la misma: ¿por qué nos gozamos al estar juntos? ¿cuál es el motivo, la razón? Y la respuesta ha de ser: Cristo.
Y hay una última pregunta que debiéramos hacernos para saber si es que estamos siendo perseverantes, correctamente perseverantes. ¿Nos vemos nosotros, a nosotros mismos, como personas que no somos nada, personas sin jactancia, personas que no venimos a la iglesia a presumir de lo que somos o tenemos, sino a servir a los demás?
Pablo es un buen ejemplo: Fil. 3:4-8.
Doctrina de los Apóstoles
4.- En Jn 17:8, y 14, vemos el porqué hay que perseverar en la doctrina de los Apóstoles. ¿Cuál es este motivo?
En el v. 8 vemos... “porque las palabras que me diste (la palabra del Padre), les he dado; y ellos (los apóstoles) las recibieron. En el v. 14 lo volvemos a ver: “Yo les he dado tu palabra...”
Así que la enseñanza de los apóstoles era especial, porque lo que ellos tenían no eran sus palabras sino la palabra del Padre.
5.- Razones por las cuales es necesaria la doctrina de los Apóstoles.
1.- Para nacer (Stgo. 1:18) “Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”. Este es el 2º nacimiento del que hablaba Jesús a Nicodemo cuando le decía que era necesario nacer de nuevo para ver el reino de Dios. Porque antes (como nos dice Pablo) estábamos muertos en nuestros delitos y pecados.
2.- Para crecer (1ª Pe. 2:2) “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”.
Los niños demandan su leche por encima de todo lo demás, no les puedes engañar. Así debe ser el cristiano si le engañan con la Palabra. No debes transigir con la Palabra, lo mismo que mis hijos nunca lo han hecho con su biberón.
3.- Para madurar: Es patético ver a alguien con 40 o 50 años comportándose como un niño de 12. ¿A que sí? ¡Pues los hay!!
Esa persona no tuvo un problema de crecimiento. Creció y lo hizo bien. Lo que tiene esa persona es un problema de madurez.
Leer (Hb. 5).
4ª Para no morir: ¿Cómo puedo no morir? Pues siendo como Jesucristo, resucitando con Él... pareciéndome a Él.
Santiago 1:21 “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”.
Comunión unos con otros
6.- ¿Qué significa comunión?
Comunión: koinonia. Comunión es mucho más que estar juntos. Significa tener en común, participar unos con otros de todo lo esencial en la vida. De las alegrías e incluso también, de las tristezas.
7.- Lee Hebreos 10:24-25 y explícalo a la luz de la “comunión unos con otros”.
“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”.
¿Cómo voy a estimular al amor y a las buenas obras... si no me congrego? ¿A quién voy a exhortar o quién me va a exhortar si no tengo comunión con aquellos que lo pueden hacer? ¿Desde hace cuánto tiempo no te me exhortado nadie? Estamos diseñados para vivir en familia y es el pecado del egoísmo el que estropea nuestra comunión, nuestra vida en familia.
Partimiento del pan
8.- ¿Qué quiere decir, qué es y qué no es?
La Cena del Señor. Es un memorial, un recordatorio. No es un rito.
9.- Lee 1ª Cor. 11:23-26 y dime dos motivos por los cuales debes participar.
11:23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 
11:24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 
Acabamos de ver el 1er. motivo por el que debo participar de la Cena del Señor:
1.- Es un mandato, y esto lo vemos... en la doctrina de los apóstoles. Dice Pablo: yo os he enseñado lo que de Él recibí. Y el Señor mismo dice: haced esto... en memoria de mí.
11:25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre;  haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
11:26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
Acabamos de ver el 2º motivo por el que debo participar de la Cena del Señor:
2.- Es un recordatorio de:
  • Un nuevo pacto en la sangre del Señor. Dios ha hecho un nuevo pacto con el hombre, ratificado por el derramamiento de la sangre de Jesucristo. Ya no estamos bajo la ley sino bajo la gracia.
  • La muerte del Señor. Gracias a Su muerte y sólo por su muerte somos salvos. Al principio los apóstoles se sentían avergonzados de su muerte. Pero ahora la anuncian. Antes no entendían nada. Su muerte significaba para ellos la derrota final. Pero en su resurrección el Señor les dio el pleno conocimiento sobre el verdadero significado de Su muerte. No era una derrota sino todo lo contrario, la completa victoria sobre el pecado. Él se llevó mi pecado y como ahora vive, ya no tengo que pagar por mi transgresión si es que pongo mi confianza en Cristo.
  • De su regreso. Recordamos que regresará, que se ha sentado a la diestra de Dios, pero que está esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies (Hb. 10:12-13).
10.- Lee 1ª Cor. 11:27-29 y dime quién debe participar.
11:27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 
11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 
11:29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
Este recordatorio me pone en la perspectiva real de mi situación delante de Dios. Me recuerda quién soy yo y quién es mi Señor y lo que hizo por mí... hacerme digno.
Algunas personas en las iglesias no participan en la Cena del Señor porque se sienten indignos. Y sentirse así está bien porque es lo que somos, indignos. Pero cuando alguien reconoce su indignidad, es que entiende que Cristo murió por él y sabe que ha sido aceptado por Dios, aún siendo indigno de ello.
Pero por eso mismo eres digno. Lo que Dios ha hecho digno, no lo llamemos nosotros indigno. Por lo tanto, al reconocer mi indignidad entonces soy digno y por lo tanto puedo participar.
Resumiendo: Si te consideras indigno, entonces puedes participar del pan y del vino. Si por el contrario, crees que eres digno... ni se te ocurra tocarlos, porque eso significaría que, o no entiendes o no quieres entender lo que Cristo ha hecho por ti en la cruz... hacerte digno.
Las oraciones
11.- ¿Por qué el orden que hemos visto (doctrina-comunión-partimiento del pan-oraciones) es tan importante y que relación tiene con la oración y el ecumensimo?
Hay algunas personas que se dicen cristianos y están teniendo reuniones donde rezan con personas que claramente no son cristianas. Está muy de moda el ecumenismo y piensan que eso es comunión, pero hemos visto que la comunión, al igual que la oración, viene después de la doctrina de los apóstoles. Ellos dicen que la “comunión” es lo importante y no la doctrina, que la doctrina divide y la comunión une. Pero en este v. vemos (al igual que en toda la Biblia) que sin doctrina, sin enseñanza, el resto se vicia y se estropea... no se entiende.
Como mínimo confunde, por eso vemos en este v. que la doctrina de los apóstoles viene en 1er. lugar, y eso es lo que le da al resto de las actividades cristianas su verdadero sentido.
Hacer las cosas al revés no es cristianismo, ni es comunión, ni es unidad. Habrá personas con buena intención pensando que, aunque no todos tengan la doctrina de los apóstoles, eso no es lo importante.
Pues no sólo es importante, es que es lo más importante para la Iglesia.
No se debe empezar por la oración, no es posible como vemos en este v. No se empieza por la oración, sino por la perseverancia en la doctrina de los apóstoles. En la Iglesia primitiva oraban juntos, porque todos estaban de acuerdo en la doctrina.
Este orden no es casual. Hechos es un Libro que está inspirado por Dios mismo, por eso la enseñanza de los apóstoles determina el resto de las cosas:
  • La enseñanza es la que dirige la comunión.
  • La enseñanza es la que explica el significado del pan y del vino.
  • La enseñanza es la que nos enseña cómo y qué debemos orar.
12.- ¿Por qué debo perseverar en las oraciones con mi iglesia?
Pues porque hace de nexo de unión entre las anteriores actividades de la iglesia:
  • ¿Cómo voy a entender la doctrina de los apóstoles? Pues en oración. Por eso antes de la predicación nos ponemos (nosotros y al pastor) en oración para que sea el ES quien nos dé el entendimiento de lo que se nos va a explicar.
  • ¿Cómo voy a poder tener comunión en la iglesia con esa persona que no me cae nada bien? Pues con oración.
  • ¿Cómo voy a entender la dignidad que me ha sido otorgada (para poder participar de la Cena del Señor) y sin merecerlo, si no es con oración?

domingo, 25 de marzo de 2012

La sencillez de la iglesia

Predicación sobre Hechos 2:42

lunes, 19 de marzo de 2012

Reflexión semanal del 19 al 25 de Marzo

EL RESULTADO DE LA VERDADERA PREDICACIÓN
(Hechos 2:37-41)
Objetivo: Examinar el resultado que tuvo la predicación de Pedro en aquellos que le escucharon.
V. 37
1.- El v. 37 empieza diciendo “Al oír esto”. ¿Qué es lo que oyeron? Lee Hch. 2:22-24.
  • Jesús que vivió. Oyeron sobre este Jesús que había sido aprobado por Dios, el Jesús que Dios Padre había presentado al mundo como el Cristo, el Jesús que había estado haciendo milagros y prodigios para que nadie tuviera excusa y lo pudiera ver como aprobado por Dios.
  • Jesús que murió: El Jesús que fue clavado en una cruz por la culpa de aquellos que estaban escuchando.
  • Jesús que resucitó: El Jesús al cual los dolores de la muerte no le podían retener, ya que Él es el autor de la vida.
2.- ¿Cuál es el 1er. efecto de una verdadera predicación?
Dolor. Al oír de este Jesús... se compungieron. O sea les llegó un dolor, un golpe violento en el corazón. Esta palabra en gr. se usa para describir una emoción intensa y fuerte, como un pinchazo en el corazón.
Esto es lo 1º que debe pasarte cuando escuchas lo que Jesús hizo por ti. Que sientes un dolor agudo que te deja sin respuestas, y con sólo una pregunta: ¿qué haremos?
V. 38 (a)
3.- Ese 1er. efecto no se va con nada, ¿excepto con qué ? y ¿qué significa exactamente este 2º efecto de una verdadera predicación?
Arrepentimiento: Metanoia (cambio de mente, cambio de dirección). Iba caminando en un sentido y al darme cuenta que iba equivocado, cambio de carril. Esto se produce cuando uno se da cuenta de la dirección equivocada y previamente siente ese dolor... se compungieron (v. 37).
Tiene que haber dolor. Ahora bien, arrepentirse no sólo es sentirse mal. Judas no tuvo un verdadero arrepentimiento porque, aunque se sintió mal con lo que hizo, no cambió de dirección, siguió hacia adelante.
4.- ¿Cuál es la labor de “Pentecostés” (del ES en tu vida) para que se produzcan esos efectos?
Esta es la labor de Pentecostés en tu vida: que veas que Cristo fue crucificado por tu culpa y que te compunjas de corazón y que te arrepientas. Que te des cuenta que estabas engañado, y te duela y cambies de dirección (si no hay este dolor de corazón, no puede haber arrepentimiento genuino).
4.- ¿Por qué es necesario el 1er. efecto, para que el 2º sea genuino y no equivocado?
Ese dolor indica perfecta comprensión de la situación (como en el vagón del metro ¡Ay me equivoqué!!). Por lo tanto necesitas tener este dolor, para que el arrepentimiento sea genuino, sea de verdad.
El compungimiento es muy importante porque, si cambias de dirección y no ha habido este dolor en tu vida, corres el riesgo de que hayas hecho el cambio (la metanoia) por otros motivos, motivos incorrectos (como... por moda, por un amigo, por la familia, por prosperidad, por religión, por una chica cristiana, por un chico cristiano). cambiar de dirección no es suficiente. Sólo cuando sientes el dolor del v. 37, entonces tu arrepentimiento tiene la base necesaria que se requiere para que sea auténtico.
¿Cuál era esta base? que Él murió por tu culpa y por la mía. Y eso me duele.
V. 38 (b)
5.- En la 2ª parte del v. 38 hay otro efecto de una predicación correcta ¿Cuál es y qué significa?
Bautismo. El bautismo es la expresión externa, de lo que ya ha ocurrido previamente en el corazón. Nadie se salva por el bautismo, pero si uno realmente se ha arrepentido deseará bautizarse. Y no sólo como producto de un mandamiento (que lo es), sino como resultado de una convicción.
Sin verdadero arrepentimiento no hay fe y por lo tanto no hay obra salvadora de Jesucristo en la vida de las personas.
El bautismo es el acto por el cual una persona se identifica con Cristo. Yo decido morir con Cristo (cuando desciendo en el agua), para resucitar con Cristo (cuando me levantan del agua). La muerte, resurrección y vida de Cristo, se convierten en la muerte, resurrección y vida mías. El bautismo es simbólico, porque previamente ya había sucedido esto en mi vida.
V. 38 (c)
6.- En la 3ª parte de este v. vemos los dos resultados de un verdadero arrepentimiento.¿Cuáles son y qué significan?
1er. resultado: perdón de los pecados.
Acabamos de decir que el bautismo no es el que perdona los pecados. El bautismo lo que hace es evidenciar el arrepentimiento, lo muestra delante de todos. Es el arrepentimiento el que produce el perdón de pecados.
¿Por qué necesitamos el perdón los seres humanos? Porque lo que los hombres hacemos mal, genera culpa y castigo.
Los hombres somos los responsables por lo que ocurrió en la cruz, eso produce: 1º culpa (algo que los seres humanos sienten que está mal pero que no saben reconocer hasta que ven a Cristo) y 2º, también produce castigo (vida eterna sin Dios).
Tanto esta culpa, como este castigo sólo pueden ser quitados por Dios.
Cuando uno es consciente de esto, se arrepiente, cree en Jesucristo y es perdonado. El perdón es de una vez y para siempre y provoca una comunión con Dios, que hace que se restablezca la relación normal con Él, la que perdimos con Adán.
2º resultado: recibir el don del ES.
Un don = regalo.
Ef. 5:18 y Col. 3:16.
Ser lleno del ES y que la Palabra more en nosotros producen el mismo resultado. Morar es habitar y cuando alguien habita en un sitio, lo recorre todo, lo llena todo. O sea que la Palabra de Dios ha de llenar todo mi ser... eso es ser lleno del ES.
Todo lo que no esté en la Palabra no es del E. por mucha apariencia de espiritual que tenga. Toda reunión, asamblea (iglesia) que no tenga la Palabra de Dios como su referente, no es espiritual, por muchas canciones y tiempo de alabanza que dediquen... no es espiritual. Por muy inteligente y muchos estudios que tenga su pastor... no es espiritual.
V. 39
7.- ¿Qué significa “para todos cuantos el Señor nuestro Dios llamare”? Lee Ef. 2:1.
Es soberanía de Dios: Dios tiene que llamar, tiene que despertar. Más exacto aún: tiene que resucitar (dar vida) a un muerto.
Pablo nos dice que “él (Cristo) os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” (Ef. 2:1). Esto lo que significa es que, antes de llegar a Cristo, estábamos muertos espiritualmente. Y un muerto no puede hacer nada, no puede sentir nada porque está muerto
Por eso es que un muerto espiritual no puede decidir nada espiritual, no puede elegir a Dios, porque está muerto espiritualmente. Por eso Dios lo tiene que llamar, despertar, resucitar.
Por lo tanto la palabra “llamar” conlleva:
  • tanto la idea de iniciativa (Dios es el que llama),
  • como la idea de mortandad (que estamos muertos espiritualmente).
De la misma manera que un cuerpo muerto (físicamente) no puede hacer ningún movimiento físico. Un hombre muerto espiritualmente, no puede hacer nada espiritualmente.
V. 40
8.- Pedro vuelve a hablar y lo hace testificando. ¿Qué significa esto y cuál es la diferencia con compartir? ¿Qué es exhortar?
Vemos en este v. que Pablo habló muchas otras muchas palabras. Esto parece indicar que los judíos preguntaban y Pedro respondía. En realidad como sucede hoy en día. Pero lo importante no es esto, porque “palabras” las puede decir cualquiera. Lo importante es lo que viene a continuación, dice que con esas palabras les testificaba. O sea que no eran unas palabras cualquiera.
No se trata de hablar de ti y de lo que tú sientes, ni tampoco de tus experiencias. Testificar es hablar de alguien, no de algo. No de una filosofía, no de una doctrina política, ni de una experiencia personal. Somos testigos de Cristo y eso significa que no testificamos ni de nosotros ni de nuestras experiencias. Hacer esto es ponerte tú como el rey. Eso es ponerte tú en 1er. lugar. Eso no es hablar de Cristo. Eso es hablar de ti.
Algo diferente es cuando entre nosotros, o en la iglesia compartimos de estas cosas. Pero recuerda que eso no es predicar (eso es compartir). Predicar es anunciar el Evangelio o sea anunciar a Cristo.
Exhortar, es apremiar a alguien para que siga una conducta.
9.- ¿Qué significa “perversa generación”?
Skolios es la palabra en el original, de la cual tradujeron perversa. Skolios, significa que algo está torcido. Aquella perversa generación (que se parece mucho más a la nuestra de lo que nos imaginamos) estaba torcida, inclinada hacia el mal. Los escribas y fariseos, los político-eclesiásticos de aquel tiempo, incitaron a la multitud: ¡Crucifícale, Crucifícale!
Esta gente deseaba, como ahora, tener un control absoluto del pueblo judío. Pero cuando llegó Jesús con la interpretación correcta de la Escrituras, ellos se empezaron a poner nerviosos al ver que el pueblo empezaba a liberarse de su poder sobre las personas y, ¡claro!! deseaban matarle y le mataron.
Cuando llegó el ES en Pentecostés, lo que hizo... (lo que hace) es hacerte ver la realidad de las cosas, que empieces a pensar, a pensar de verdad y dejes de ir torcido, como torcida va esta generación también.
El que no quiera ver esta perversión, no es porque no esté claro, es porque no le interesa verlo, porque verlo implicaría que debe dejar esa vida perversa (torcida) que lleva.
10.- ¿Para qué toma Dios esta iniciativa, este llamamiento?
Para salvarnos.
11.- Este llamamiento produce un efecto en los llamados que se divide en tres pasos. ¿Cuáles son?
1.- Si yo, en ese momento que elijo aceptar el precio que se pagó por mí en la cruz, me muero, entonces soy salvo. Si mi decisión por Cristo fue sincera y consciente de que Él murió por mí, soy salvo. Así ocurrió con el ladrón que crucificaron al lado de Jesús. Pero tengo que ser consciente de que Él es el Cristo, que murió por mí, que soy pecador y acepto el precio. Todos estos elementos los vemos en el ladrón crucificado junto a Jesús que fue salvo.
2.- Pero lo normal no es morirme justo después de aceptar a Jesús. Así que este 1er. paso (que en teología de denomina justificación) ha de estar seguido por el 2º paso en la salvación (que en teología denominamos santificación). Esto significa que en este mismo instante estoy siendo salvo. ¿De qué? pues de mi naturaleza perversa. Por eso los cristianos no somos perfectos, aunque en este proceso de santificación, vamos siendo poco a poco perfeccionados.
3.- Así que: he sido salvo (justificación), estoy siendo salvo (santificación). Y ahora viene el 3er. paso de la salvación: un día seré totalmente salvo. Salvo completamente y a esto la Biblia lo llama glorificación.
V. 41
12.- El último efecto de una verdadera predicación, que vimos en este v. 41, ¿cuál es? y qué significa en la práctica?
Que se añadieron. ¿Qué significa que se añadieron? ¿a dónde se añadieron? Pues se unieron a la Iglesia. Y eso es lo que significa tener comunión unos con otros, que te añades a la Iglesia.
Pero añadirse a la Iglesia, significa separarse del mundo. ¿Qué es el mundo? Desde luego no significa el mundo físico. Eso es lo que hacen los monjes y las monjas y es un error monumental. El mundo significa su sistema de valores, o sea, la actitud de la humanidad sin Dios.
Y esto es lo que vemos cuando el ES llega a la vida de una persona a través de la predicación del Evangelio: que se añade a la Iglesia y se separa del mundo. Esto es muy radical y se nota enseguida.
Ya no te gustan las mismas cosas, ya no hablas de la misma manera y lo notan todos. Por mucha amistad que tengas con alguien, por muy unidos familiarmente que estén dos personas, cuando llega el ES y te transforma, ocurre una separación. Ya no te ríes de las mismas cosas, ni participas de los mismos chanchullos, ni aceptas las mismas reglas que en  este mundo parecen normales (por ejemplo cometer una ilegalidad para conseguir una cosa que, en sí misma, es buena).
Eso provoca separación. Y eso es lo que significan las palabras de Jesús cuando dijo: “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada”. Esta espada divide en dos. Separa la luz de las tinieblas. No separa en tres, no hay un camino intermedio, no existe la 3ª vía. O estás del lado de la justicia (que es Cristo), o estás del lado de la injusticia (que es el sistema de valores de este mundo).
Volvemos a repetir que esta separación no es apartarte de la sociedad, ni apartarte de tu familia, pero hay algo que ya no funciona como antes, y las dos partes se dan cuenta.
 

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