lunes, 10 de octubre de 2011

Reflexión semanal del 10 al 16 de Octubre

LA LIMOSNA
(Mateo 6:1-4)
Objetivo: Reflexionar sobre la motivación que nos mueve al tratar con las demás personas.
RESUMEN
1.- Resume en 4 puntos lo visto en el capítulo 5 del Sermón del Monte.
• Las Bienaventuranzas (el carácter).
• Los atributos de ese carácter (Sal y Luz).
• La relación entre la ley y Jesús (Necesitábamos una justicia mayor que la de los escribas y fariseos y esta justicia era Cristo).
• Vimos la relación de Jesús y la ley. Que no es la letra lo que salva (el cumplimiento de obras), sino el espíritu que revela la condición de nuestro corazón).
PRINCIPIO
V. 1
2.- Guardaos ¿De qué quiere Jesús que nos guardemos?
La 1ª palabra que vemos es "guardaos", y significa: "tened cuidado de que vuestra justicia no os lleve al envanecimiento".
3.- ¿Ves alguna contradicción entre este v. y el de Mt. 5:16?
No, porque el propósito en aquel ("Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos") era que la gloria se la llevara Dios. Y en este, el énfasis es que no nos la llevemos nosotros. Es perfectamente compatible enseñar que seamos cristianos en el mundo (sin ser del mundo), que salgamos del armario en el que nos encontramos muchas veces sin que nadie se entere que somos hijos de Dios, por vergüenza. Es perfectamente compatible "ser una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder" uno es y se acabó, con enseñar que no hagamos nuestras justicias de manera ostentosamente públicas para que nosotros nos llevemos la gloria.
Es una cuestión de equilibrio. No se excluye mutuamente el ser luz en el mundo (para que le den la gloria a Él) y no ser hipócrita al hacer una cosa, pretendiendo otra. Hacer una justicia para llevarme yo la gloria.
Sabemos que los escribas y fariseos caían en esta hipocresía: esperaban el momento propicio para dar limosna, u orar y demacraban el rostro al ayunar. Jesús les llama hipócritas porque el motivo final de sus justicias era la alabanza de los hombres y Jesús les dice que ya recibieron su recompensa completa. Que la disfruten, que se acabó, que ya no hay más.
4.- Por lo tanto ¿cuál es el principio general que se ve en este v.?
La enseñanza es que no hay que hacer una manifestación pública que tenga esta motivación (mi gloria personal) porque mi recompensa ya la he recibido aquí: la alabanza de los hombres.
5.- Este v. habla de recompensa ¿es lícito buscarla? ¿por qué?
Desear la recompensa, dicen algunos, es una forma de interés en nosotros mismos, y por lo tanto no es algo que debiéramos buscar. Sin embargo en la Biblia se nos anima a que hagamos las cosas de tal manera que recibamos la recompensa adecuada. No creo que sea un error desear la recompensa de estar con Dios, de hecho debiera ser nuestro anhelo más profundo: ser hallados en Él para poder estar perpetuamente con Él.
LA ILUSTRACIÓN
V. 2
6.- En este capítulo 6 hay tres ilustraciones ¿cuáles son y qué representan?
Con sólo 3 ejemplos el Señor resume todo lo que debe ser mi vida cristiana. Las Ilustraciones son: la limosna (mi relación con el prójimo), la oración (mi relación con Dios) y el ayuno (mi relación conmigo mismo). Hoy sólo veremos la 1ª Ilustración.
7.- ¿Nos enseña aquí Jesús que debemos dar limosna?
No. En ningún momento se cuestiona si debemos hacerlo o no. Es un hecho que en tiempos de Jesús se hacía y Él no está intentando enseñar sobre si se debe dar limosna o no.
8.- ¿Qué nos enseña Jesús sobre la limosna?
Pues que hay dos formas de hacerlo. Dos formas y nada más.Y estas dos formas devengan dos resultados diferentes, dos recompensas. Dos y nada más.
V. 3
9.- ¿Qué nos enseña este v. sobre la publicidad que hacemos de nuestras acciones?
Hay dos tipos de publicidad:
La publicidad externa: La que hemos visto hasta aquí, que son las cosas que le enseñas al mundo para recibir de él el halago y la recompensa.
La publicidad interna: La alabanza de uno mismo.
Y eso es lo que Jesús está diciéndonos en este v. 3. Que hemos de hacer las cosas de tal manera que ni siquiera nosotros mismos nos demos cuenta que las estamos haciendo.
10.- Lee Mt. 25:35-40 y di la manera en que debiéramos hacer nuestras justicias?
Estos justos ni siquiera eran conscientes de que sus justicias les fueran a ser contadas positivamente, sus justicias les salieron del alma, de un alma regenerada. O sea de forma natural: como el manzano da manzanas. Que alguien se sorprenda que das manzanas cuando a ti te parece lo más natural del mundo porque está en tu naturaleza. No se trata de que no te enteres, eso es ilógico, eres un ser racional y claro que te enteras, se trata de que no lleves la cuenta, de que se te olvide, porque hacer esas justicias te resulta lo más natural del mundo. Que no digas ¡Ah qué bueno que soy!
11.- Esta actitud hacia nuestros semejantes no sólo ha de consistir en la limosna ¿En qué otras circunstancias debiéramos comportarnos así?
En todos los órdenes de nuestra vida. Porque dos duritos los da cualquiera, ese no es nuestro problema ni el de nadie. De hecho muchos incrédulos hacen obras de beneficencia para calmar su conciencia y sobre todo para recibir la gloria de los hombres y su reconocimiento.
Pero y… ¿dar misericordia? Y sobre todo ¿dar misericordia sin esperar nada a cambio? Y más aún ¿dar misericordia sin esperar nada a cambio porque ni te enteras ni recuerdas que diste misericordia? Y más aún ¿dar misericordia sin esperar nada a cambio porque ni te enteras ni recuerdas que diste misericordia a quien te hizo mucho daño?
Eso sí que es dar limosna, porque ¿a quién le das limosna? a quien lo necesita y ¿quién la necesita más que tu enemigo que está lleno de odio hacia ti?
V. 4
12.- En este v. se ve que hay recompensa ¿qué dos tipos de recompensa hay?
La de los hombres y la de Dios.
13.- ¿Cómo podremos liberarnos de nuestro yo para poder cumplir estos requisitos? Lee Sal. 139:7:10
Es algo absoluto. Si uno busca recompensa de los hombres la obtendrá, pero no obtendrá nada más.
¿Cómo se puede evitar esto? Sólo hay una respuesta, y es que deberíamos tener un amor tal por Dios que no tuviéramos tiempo de pensar en nosotros mismos. Nunca nos liberaremos del yo si nos concentramos en nosotros mismos. La única esperanza es: estar tan consumidos por el amor, que no tengamos tiempo de pensar en nosotros mismos.
Algo que nos puede ayudar en eso es ser conscientes de que Dios lo ve todo, que constantemente estamos en Su presencia, que no hay forma de esconderse de Él y que eso lejos de ser una desgracia, para nosotros los que creemos en Él, es un privilegio.

 

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