lunes, 6 de junio de 2011

Reflexión semanal del 6 al 12 de Junio

7ª PUERTA
(Mateo 5:9)
Objetivo: Reflexionar sobre la 3ª característica fundamental de nuestra nueva naturaleza: ser pacificadores ¿lo somos o no?
1.- Esta es una Bienaventuranza muy mal entendida, incluso por los cristianos, ¿cómo debemos interpretar las Escrituras para entender bien lo que Jesús nos quiso comunicar? Lee Jn. 14:26 para ayudarte a responder.
La interpretación correcta nos la da el ES a través de la transformación de nuestro entendimiento por el lavamiento de la Palabra.
Sólo el ES nos da la clave. No nuestra sinceridad, no nuestra honestidad. El corazón del hombre es tremendamente engañoso y perverso como nos dice Jeremías.
Necesitamos ser constantemente lavados por la Palabra para que el sistema de valores de este siglo no haga de filtro, de intérprete de Su Palabra.
Jesús vino a establecer un reino totalmente nuevo y diferente. Y como es nuevo y diferente, sólo un hombre nuevo puede vivir esta vida nueva. Es un error poner en práctica este Sermón del Monte por uno mismo, con la mente del mundo sin ser previamente transformados.
2.- En este mismo sentido ¿Qué les pasaba a los judíos en tiempos de Jesús?
Ellos tenían la idea de que el reino del Mesías iba a ser militar, nacionalista, materialista. La gente tiende siempre a interpretar en sentido material las promesas de la Escritura (así sigue siendo) y los judíos cayeron en ese terrible error. Pensaban que el Mesías, al venir, se presentaría como un gran rey y que los liberaría del yugo romano para colocar a los judíos por encima de todos, como el pueblo conquistador y dominante.
LO QUE SOMOS
V.9
3.- Según la Biblia ¿por qué hay guerras en el mundo?
Sólo hay una respuesta adecuada para estas preguntas; y la respuesta no es ni política, ni económica, ni social. La respuesta es teológica y doctrinal:
El pecado. Suena feo, poco atractivo, pero es así. También suena feo y poco atractivo decirle a un paciente que tiene cáncer, pero hay que decírselo, sino le estás condenando a una muerte segura.
El problema, según la Escritura, está en el corazón del hombre, y hasta que el corazón del hombre no cambie, nunca se resolverán sus problemas. Hay que ir a la raíz. Nada cambiará realmente mientras el hombre siga siendo lo que es. Por eso estas Bienaventuranzas son una bendición, porque insisten una y otra vez en enseñarnos lo que somos, para después poder cambiar, para poder dejar intervenir a Jesús en nuestras vidas.
LO QUE DEBEMOS HACER
4.- ¿Qué no es ser un pacificador?
Desde luego lo que no es un pacificador es un pacifista. Nada que ver con cuestiones políticas por muy bien intencionadas que estas sean. Recuerda que no se trata de ser ni honesto ni sincero con uno mismo, se trata de encontrar la verdad. Y la verdad nunca está en nosotros, está en Cristo.
Tampoco es una cuestión de disposición natural. Pacificador no quiere decir una persona tranquila, fácil, de esas con las que haces las paces "a toda costa". Un pacificador no es la clase de hombre que dice: "Con tal de evitar problemas, lo que sea".
5.- ¿Qué es paz?
Paz no es ausencia de conflicto, paz no es apaciguar, paz es una relación. Una relación correcta con Cristo. Paz es rendirse a Él.
6.- ¿Qué es pacificar?
Pacificar es hacer una demarcación clara entre la luz y las tinieblas, entre la verdad y el error. Somos hijos de luz para reconciliar a la gente, pero no con su pecado sino con Dios.
7.- ¿Qué es pacificador?
Decirles a las personas que están en guerra con Dios. Que tienen que hacer la paz con Dios, y hacer la paz con Dios significa rendirse, entregar las armas, las armas carnales que antes servían a la injusticia en el pecado para que ahora sirvan a la justicia que es Cristo. Dios no conciliará, no pacificará la luz con las tinieblas… es imposible, no es Su carácter.
En esto, pues, consiste ser pacificador: en llevar a la gente a rendirse a Cristo. 
8.- ¿Qué es rendirse?
Es entregar las armas. Y cuando alguien entrega las armas no va con sus condecoraciones, con sus justicias.
Es el reconocimiento delante de Dios de la realidad. De lo que soy. De que soy un Ptojós, un pordiosero que intentaba justificarse a sí mismo en todo lo que hacía y que, una vez llegado a Cristo, me doy cuenta de lo que soy de verdad.
9.- ¿Cómo es el Reino de Dios? Lee Rm. 14:17
"Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo".
10.- Dime tres tipos de guerras. Lee Stgo. 4:1-8.
La guerra con los de afuera viene de una guerra interior y esa guerra interior viene de una guerra con Dios.
La guerra con las personas es consecuencia de tu guerra interior, tu guerra interior es consecuencia de tu guerra con Dios y tu guerra con Dios es consecuencia de estar conchabado con el pecado. De querer vivir y disfrutar permanentemente de tu pecado, de no querer rendirte a la Justicia de Dios.
LA BIENAVENTURANZA
11.- ¿Por qué dice esta Bienaventuranza que serás llamado hijo de Dios?
Porque te pareces. Te pareces al Padre y al Hijo. ¿Cómo sé si me parezco a Jesucristo? Pues si soy pacificador, me pareceré a mi Padre y a mi hermano mayor. Porque fue eso lo que hicieron conmigo: traerme la paz.
12.- ¿Qué relación tiene este v. de Mt. 5:9 con 2ª Cor. 5:17-18
Este es tu propósito (después de ser una nueva criatura… de verdad, de las que han pasado por las 6 puertas anteriores), tu propósito es que serás embajador de Cristo, hijo de Dios… pacificador.
 

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