lunes, 25 de octubre de 2010

Reflexión semanal del 25 al 31 Octubre 2010

Querida familia de Semilla de Mostaza:
¡Qué grande es nuestro Dios!! Nos ha permitido vivir una semana más para mostrar al mundo que Él se merece toda la gloria. Y ¿cómo lo ha hecho? Seguramente no habré detectado todos los logros que en nosotros Él ha conseguido, pero sí he visto algunas cosas:
He visto que Anne ha hablado de Jesús a una compañera de clase y cómo le ha dicho que el sábado vendrá a la iglesia, he visto el testimonio de Tomás reconociendo su debilidad en sus fuerzas y cómo el Señor le da poder de lo alto para superarse, he visto a Saraí compartiendo el Evangelio a sus amigas e invitándolas al culto para que encuentren a Cristo, he visto a Esmeralda dedicando su tiempo al Señor para que la alabanza quede cada domingo mejor, he visto a Pilar crecer como nunca antes había visto a nadie, he visto a Roberto entender en qué consiste el despojarse a sí mismo para ayudar a otros, he visto a Bryan emocionado con la comunión de unos con otros y disfrutando del amor en Cristo, he visto a Kata dando la gloria a Dios y gozándose en la alabanza, he visto a Salva superar una semana muy mala y cómo habla del Señor a otros, he visto muchas más cosas… pero ya las contaré.
VIVIENDO EN EL ESPÍRITU
Por fin Pablo ha tirado la toalla y, en esta porción de la Escritura que hemos visto el domingo, encuentra el poder en el Espíritu.

Objetivo: Extender las alas de mi nueva naturaleza, aprovechando mi privilegiada posición en Cristo Jesús.

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”  (Rom. 8:1 a).

Ahora que me he reconocido miserable, atado a un cuerpo de muerte, incapaz de agradar a Dios por mis propias fuerzas, ahora que he puesto mi confianza en Jesucristo para perdonar y limpiar mi pecado.

Ninguna (oudeis) = cesación completa y definitiva.

Jesús pagó de manera completa y permanente la deuda de toda persona que humildemente pide misericordia reconociendo su pecado y confía en el sacrificio vicario de Jesucristo.

Recordemos lo aprendido en (Ro 5:12-21), acerca de los alcances pasados, presentes y futuros de la sobreabundante gracia de Dios mediante el sacrificio de su hijo Jesucristo.

Condenación (katakrima) = sentencia y castigo.

Recordemos que en (Ro 6:23) Pablo nos ha dicho que la paga del pecado es muerte, pero ahora agrega que para los que están en Cristo, no solamente no habrá castigo, sino que tampoco se pronunciará sobre ellos ninguna sentencia de condenación.
El próximo domingo veremos la porción de Romanos que se corresponde con el capítulo 8 desde el versículo 12 hasta… no lo sé, porque nos vendrá a predicar José Rodriguez que es el co-pastor de Reynosa (México).
Disfrutaremos de su compañía y aprovecharemos el día que se conmemora la Reforma Protestante para tener comunión con más hermanos.
Texto bíblico para memorizar: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”  (Rom. 8:1 a).
Nos vemos el domingo,
Tony
pastor SemillaBilbao.
 

CÁPSULAS DE SEMILLAS Design by Insight © 2009-2013