lunes, 28 de marzo de 2011

Reflexión semanal del 28 de Marzo al 3 de Abril

DESPUÉS DE COMER
(Juan 21:15-25)
Objetivo: Cuando caemos Él siempre nos levanta, nos da la oportunidad de restaurarnos, de curarnos para que estemos, no sólo bien, sino mejor que antes. Sino mira a Pedro en este capítulo y luego mírale en los primeros capítulos del libro de los Hechos. Lleno de pasión por compartir a otros de las Buenas Nuevas de Salvación.
En esta porción del Evangelio de Juan, vamos a ver como Jesús se centra en dos discípulos: en Pedro y en Juan. Pero sobre todo en Pedro.
PEDRO, NECESITAS AMARME
VV. 15-17
1.- ¿Cuándo crees que le empezaron ir mal las cosas a Pedro?
Veo a Pedro empezar a ir de mal en peor desde que se quedó dormido cuando el Señor les pidió que se quedasen despiertos para orar con Él. A partir de ahí empezó todo a torcerse.


Aquí podríamos recordar que oración y voluntad de Dios tienen mucho que ver.
Porque el motivo principal de la oración no es pedir cosas, puesto que Él ya sabe de qué tenemos necesidad, sino el enfocarnos en Él, en estar en un mismo sentir con nuestro Señor.
Las cosas no salían como Pedro esperaba y entonces dudó.
No se esperaba que apresaran al Señor, y eso que Él ya se lo había advertido. Incluso le regañó muy duramente cuando Pedro le llevó aparte para reconvenirle que no se dejara matar. Le dijo: "¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres".
No se esperaba que después de todo lo que había visto y oído, el Señor se convirtiese (a los ojos de los judíos) en un criminal que tenía que ser juzgado, azotado y muerto. No entendía nada, porque no entendía que no se trataba de su voluntad (de la de Pedro), sino de la del Padre.


Y eso nos pasa muchas veces a nosotros. Mientras el Señor hace Su voluntad y esta coincide con la nuestra, todo funciona. En cuanto Él es soberano y decide cuál es lo mejor para Su gloria, entonces empezamos a dudar y no entendemos cómo los dos reyes (Él y yo) no pueden reinar juntos.
2.- En estos vv. vemos la palabra “amor”¿Dime diferentes vocablos en griego de esa palabra?
EROS: es el amor apasionado, con deseo.
PHILEO: (amistad) usado para el amor entre la familia, entre los amigos, un deseo o el disfrute de una actividad. Es lo máximo que el hombre caído puede ofrecer. 
STORGE: (Afecto, pertenencia, parcial) Amor a la patria.
AGAPE: (es el amor de Dios) Se ve reflejado en cómo Dios ama a Su Hijo, como nos ama a los que creemos en Jesucristo, es abnegado. El amor ágape es el producido únicamente como fruto del ES. 1ª Cor. 13.
3.- ¿Hasta dónde crees que le pretende retrotraer a Pedro con esta conversación?
Al punto en el que cometió el mayor de sus fallos. Jn. 13:37-38 "Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti. Jesús le respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces".
4.- ¿Podrías hacer una paráfrasis del v. 17? Con tus propias palabras.
V. 17 “Simón, hijo de Jonás, según tus propias palabras, ¿tú solamente me tienes cariño?”; “Simón, hijo de Jonás, ¿de tus palabras debo entender entonces que sólo me tienes afecto?”. Pedro, entristecido al verse enfrentado con su pobre realidad humana, no dice esta tercera vez: “Sí”, sino: “Señor, tú lo sabes todo; tú conoces que sólo te quiero”.
PEDRO, NECESITAS RENDIR CUENTAS
5.- “¿Me amas más que estos?”¿Por qué Jesús le hace esa pregunta a Pedro?
Pedro se había jactado de que "Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré". Este hombre se había colocado por encima de los otros discípulos de una manera vulgar poniendo la confianza en sí mismo y además lo hizo de manera pública. Por eso ahora (y en presencia de los discípulos) Jesús le da la oportunidad a Pedro de rectificar. De confesar.
6.- Diferencia entre “apacentar” y “pastorear”
Apacentar: es llevar al pasto (llevar a la Escritura). Pastorear: es ir delante (no ser perfecto, aunque sí coherente).
7.- “Apacienta mis ovejas”¿qué puedes comentar de esta frase de Jesús?
Que las ovejas no son de nadie más que del Señor. Ovejas ganadas con su sangre.
PEDRO, NECESITAS SEGUIRME
V. 18-20
8.- ¿Qué ves en la última frase del v. 19?
Llamamiento - seguimiento.
9.- Leyendo el v. 20 ¿Crees que Pedro entendió la ultima frase del v. 19? ¿Por qué?
No. Porque le siguió físicamente.
PEDRO, NECESITAS SEGUIRME TÚ
V. 21-23
10.- ¿Qué enseñanzas sacas del v. 21 y 22? 
Lo que el Señor haga con otros, de la manera en la que el Señor trate con otros, no me ha de influir a mí.
Tenemos la tendencia a mirar a los demás para ver cómo les va y en función de eso actuar, pero el llamado siempre es personal y la obediencia también.
Yo he de obedecer, independientemente que el otro le siga o no, independientemente que le vaya bien o no.
11.- ¿Por qué crees que Juan tiene que aclarar lo que dice en el v. 23?
Juan estaría siendo presionado por los demás hermanos. Los hermanos parece que habían interpretado mal las palabras de Jesús. Y Juan lo aclara. El llamamiento (personal) era lo importante no lo que hiciera Jesús con el otro o los otros.
VV. 24-25
12.- ¿Crees que es una exageración el v. 25?
Yo no lo creo, porque ¿cómo podremos resumir lo que es imposible de resumir? ¿Cómo podremos poner en libros finitos el amor infinito que significa Jesús?
Resumen:
Jesús da de comer a Pedro, antes de tratar con él. Es importante recordar que el Señor siempre tiene preparado un desayuno celestial para nosotros, antes de tratar con nosotros. Siempre nos da una oportunidad para que (después desayunar y con fuerzas renovadas) podamos recordar de dónde venimos y confesar nuestra situación.
Es muy bueno recordar porque eso nos da la oportunidad de corregir el camino equivocado.
Toda esta historia, es la historia de una relación. Yo no veo en esta historia ni ritos, ni normas rígidas, ni liturgia. Sólo veo la relación entre Pedro y Jesús, la relación entre tú y yo y Jesús. Esto es el cristianismo, una relación no una religión. Esto es la vida, la verdadera vida una vez que has creído. Una relación de provisión (desayuno), de amor (del Señor hacia ti), de obediencia (sígueme) y de sacrificio (morir en tu cruz y en mi cruz, morir a mis deseos para vivir de verdad).
Pedro no estaba viviendo de verdad (no pescaba nada) hasta que llegó Jesús otra vez a su vida, hasta que entendió todo lo que hemos visto hoy.
 

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